El pasado sábado 18 de mayo, Cristina Fernández de Kirchner compartió un video en sus redes sociales donde indica que le solicitó a su ex Jefe de gabinete, Alberto Fernández, que sea candidato a presidente en las elecciones primarias de agosto de 2019, y ella lo secundará como vice.
De esta manera, la expresidenta argentina busca abrir el campo para poder negociar alianzas con otros líderes de su espacio político, el peronismo. Cristina terminó su mandato muy enfrentada a los caudillos de su partido, y este movimiento es un gesto que busca correrse de la escena sin abandonarla del todo. La idea es competir en las elecciones conservando su caudal de votos (se estima que la prefiere al menos un 30% del electorado) y dejando abierta para negociar acuerdos.
Alberto Fernández es un personaje muy pragmático. Experto en derecho penal, pasó por varios gobiernos (Alfonsín, Duhalde, Menem), alcanzando el cargo de Jefe de Gabinete durante la administración de Néstor Kirchner y de su esposa, hasta el año 2008 cuando renunció luego de la famosa «crisis del campo», que dividió a la sociedad argentina y habría dado inicio a lo que se conoce hoy día como «la grieta».
Alberto Fernández luego se vinculó al espacio de Sergio Massa, en 2015, y en 2017 le apoyó al ex ministro del interior de Cristina, Florencio Randazzo, quien compitió por el senado en la Provincia de Buenos Aires, enfrentando a la propia líder de «La Cámpora».
Luego de estos comicios, Fernández se acercó nuevamente a la expresidenta y retomaron su amistad. Fue él quien le sugirió que escribiera el libro titulado «Sinceramente», ahora best seller tras romper récords en el mercado editorial de Argentina.
Así, postulando a un crítico de su gobierno luego de 2008, Cristina parece realizar una autocrítica y darle la razón a quienes cuestionaros sus acciones, sobre todo desde su segundo mandato, entre 2011 y 2015. Además, pone al frente a una persona experta en armados electorales y acuerdos políticos, lo que se estima necesario para unir al ahora dividido peronismo y poder ganarle al presidente Macri, quien buscará la releeción, a pesar de su baja popularidad y su responsabilidad en la crisis económica que enfrentan nuestros vecinos.
El golpe parece haber sido preciso y certero, ya que la chapa «Fernández – Fernández» fue apoyada por varios gobernadores de provincias argentinas: Tucumán, Tierra del Fuego, San Juan, La Pampa, Chaco, Santiago del Estero.
El candidato Sergio Massa también celebró la apertura a la unidad, y se especula con que podría dejar su espacio «Alternativa Federal» y volver al Partido Justicialista para competir en una gran interna peronista.
Por otro lado, Perotti, caudillo santafesino y candidato a gobernador de su provincia, muy cercano al gobernador cordobés Schiaretti -quien logró la reelección hace una semana con más del 50%- también dio su adhesión a la fórmula. Pidió una gran primaria que congregue a todos los peronistas.
El apoyo de Córdoba es clave, ya que en 2015 Macri ganó allí con más del 70% de los votos y se busca golpearlo en su bastión para poder debilitarlo. Sin embargo, todavía su gobernador no se posicionó.
La mentada unidad peronista está en marcha. Cristina movió sus fichas y espera lograr el jaque mate en Octubre.
Foto de portada: Infobae
