El Presidente Mario Abdo Benítez había viajado a Costa Rica en calidad de observador, liderando con gran éxito lo que se convirtió en una verdadera causa nacional. El pueblo paraguayo se unió, más allá de sus diferencias, para decir NO a la industria del secuestro y la muerte.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte-IDH) rechazó la demanda contra el Estado Paraguayo entablada por Juan Arrom y Anuncio Martí, prófugos de la justicia, acusados de haber estado involucrado en el secuestro de María Edith Bordón de Debernardi, ocurrido en el 2001.
Los demandantes reclamaban una indemnización de USD. 123 millones por supuesta tortura en manos de la Policía Nacional. El histórico fallo dispone que el Estado paraguayo no pague un solo guaraní.
El presidente de la República, Mario Abdo Benítez, celebró la sentencia a través de su cuenta en la red social Twitter: «Gran triunfo del Paraguay! La Corte Interamericana de Derechos Humanos rechazó plenamente la demanda de Arrom y Martí, y no se les pagará #NiUnDolar. Celebramos la victoria en esta causa nacional que nos unió a todos los paraguayos», afirmó.
Gran triunfo del Paraguay! La Corte Interamericana de Derechos Humanos rechazó plenamente la demanda de Arrom y Martí, y no se les pagará #NiUnDolar. Celebramos la victoria en esta causa nacional que nos unió a todos los paraguayos 🇵🇾
— Marito Abdo (@MaritoAbdo) June 4, 2019
En febrero pasado, el propio jefe de Estado acompañado del canciller Luis Castiglioni, en clara demostración de liderazgo y preocupación por la suerte del país, viajó a Costa Rica, para participar de la audiencia pública donde demandantes y demandado presentaron sus alegatos.
En la ocasión el Procurador General de la República, Sergio Coscia realizó una importante defensa que fue reforzada por el único testigo presentado por el Gobierno Paraguayo, el ex Fiscal General Oscar Germán Latorre.
Mediante la fuerte intervención gubernamental y el gran trabajo de la Procuraduría se revirtió en tiempo récord un caso que ya se daba por perdido.
Arrom y Martí luego de ser acusados de haber inaugurado la industria del secuestro en Paraguay, huyeron al Brasil donde permanecen en calidad de refugiados políticos. Ante este fallo, sería inminente la deportación de ambos criminales al Paraguay.
