Reconocidos periodistas critican el accionar de Juanki Lezcano, quien oficia de «periodista de investigación» y «asesor de políticos» al mismo tiempo. Señalan que es una inaceptable falta de ética periodística. Una cosa debe quedar en claro: criticar el manejo inmoral de Juanki no significa defender a Dionisio Amarilla, sino mostrar el contubernio entre poder político y periodistas.
Luego de publicaciones del Trueno y otros medios, denunciando la falta de ética del periodista Juanki Lezcano, quien denuncia políticos desde ABC Color para luego presuntamente venderle su asesoría comunicacional, se sumaron otros periodistas al rechazo de dichas actuaciones.
A primera hora de esta mañana, el reconocido periodista Luis Bareiro reaccionó ante los audios que incriminan a Lezcano: «No es admisible que un periodista en ejercicio de la profesión asesore a cambio de dinero a funcionarios acusados de corrupción. Puede que sea legal, pero viola principios básicos de la ética periodística«, afirmo Bareiro en la red social Twitter.
No es admisible que un periodista en ejercicio de la profesión asesore a cambio de dinero a funcionarios acusados de corrupción. Puede que sea legal, pero viola principios básicos de la ética periodística
— Luis Bareiro (@LuisBareiro) June 4, 2019
Inmediatamente, el periodista Santiago González, quien además fue compañero de trabajo de Lezcano en el programa televisivo AAM, respondió al tweet de Bareiro: «Es absolutamente incompatible con el ejercicio del periodismo«.
Es absolutamente incompatible con el ejercicio del periodismo. https://t.co/IK3SdDrgra
— Santiago González (@Santula) June 4, 2019
Si bien no se refieren expresamente a Juanki Lezcano, resulta evidente que aluden a él, siendo que ayer se conocieron los escandalosos audios y capturas de pantallas que prueban que asesoraba a políticos cuya imagen se veía afectada por las publicaciones del diario en el que él mismo trabaja.
Algunos lectores del Trueno consideraron que exponer estos hechos implicaba una defensa al senador Amarilla. Nada más falso. La falta de ética periodística y el presunto tráfico con la información en el que parece incurrir Lezcano no absuelven Amarilla. Todo lo contrario, muestra el contubernio del poder político con sectores del periodismo. Es decir, amplía la denuncia de corrupción hacia integrantes del «cuarto poder».