En 2011 Murtaja Qureiris tenía 10 años y, en el marco de las protestas de la llamada «Primavera árabe», salió a andar en bicicleta con un megáfono, al grito de «El pueblo reclama derechos humanos».
En 2014 fue arrestado por estos hechos y ahora en 2019, con 18 años de edad, enfrenta un juicio por participar en protestas antigubernamentales, posesión de armas de fuego, arrojar cócteles molotov contra una comisaría y participar en una organización terrorista.
El fiscal pide para Qureiris la pena máxima: muerte por decapitación y posterior «crucifixión», que en Arabia significa la exposición pública de su cadáver.
Según informa el diario El Mundo, los abogados de Murtaja y las organizaciones de derechos humanos que lo defienden sostienen que el joven – quien recientemente alcanzó la mayoría de edad- está encarcelado desde 2014 en condiciones infrahumanas. Además, afirman, fue obligado mediante torturas a declararse culpable. Le prometieron falsamente que si confesaba, sería puesto en libertad.
Murtaja Qureiris pertenece a la minoría chiíta, la cual denuncia marginación por parte del régimen saudí. Su familia es activista -lo que explicaría que a los 10 años haya tomado una actitud tan heroica- y su hermano murió a causa de la represión, durante una revuelta en 2011.
Foto de portada: Peru 21
