«Toda persona tiene el derecho a la libre expresión de su personalidad, a la creatividad y a la formación de su propia identidad e imagen», reza el artículo 25 de nuestro Constitución Nacional.
Sin embargo, los administradores del Shopping del Sol parecen creer que están por encima de las leyes y garantías que rigen nuestro país.
Ya en el 2016 dieron la nota por prohibir amamantar a una madre, como si se tratara de un acto obsceno e indecoroso. Esta semana, en otro caso de intolerancia y maltrato a sus clientes, fueron denunciados por un horrible acto de discriminación: impidieron el ingreso a sus instalaciones a una mujer trans.
La denunciante afirma que de un guardia de seguridad, al verla, le interrogó bruscamente preguntándole «qué buscaba». Luego de que la afectada respondiera que buscaba lo que busca cualquier persona en un shopping, comer algo y hacer compras, el personal de seguridad llamó a sus superiores a consultar si una mujer trans puede o no ingresar.
La respuesta que recibió fue negativa, confirmando una vez más que los directivos del centro comercial se caracterizan por el odio, la discriminación y la violencia contra las minorías.