En el corazón del capitalismo europeo, el Estado alemán decidió intervenir fuertemente en el mercado inmobiliario. La municipalidad de Berlín adquirirá varios edificios sobre la emblemática Karl Marx Allee en Berlín.
Tal como lo indica The Guardian, Gewobag -una institución pública encargada del acceso a la vivienda- comprará 670 departamentos con el fin de evitar que caigan en manos de firmas corporativas.
Buscan, de esta manera, que los habitantes de Berlín sigan viviendo en su ciudad y no sean expulsados por la especulación inmobiliaria.
Noticias como esta ponen de manifiesto la legitimidad de las regulaciones para defender el derecho a la vivienda que debe tener todo ciudadano. En nuestro país, muchos sostienen que el único criterio que debería determinar el acceso a un hogar es el de la “oferta y demanda”, calificando de “comunista” todo intento de defender el derecho de todos a poder vivir en una ciudad.
Uno de los países más desarrollados del capitalismo contemporáneo nos muestra que no existen incompatibilidades entre regulaciones legítimas y el funcionamiento del mercado inmobiliario.
Fotos: The Guardian