El Primer Ministro del Reino Unido, Boris Johnson, había solicitado una moción para adelantar las elecciones y poner a votación popular su plan de «Brexit duro», es decir, de salida de la Unión Europea con o sin acuerdo. Hoy los diputados le azotaron un nuevo golpe: rechazaron la moción y ya es la 3ra vez que descartan una proposición del mandatario.
Se trata de la primera vez que un Primer Ministro no consigue hacer aprobar ninguna de las leyes que promovió desde que asumió. La primera derrota fue ayer martes, cuando una mayoría votó tomar el control de la orden del día, que estaba en manos del Ejecutivo. Así, lograron que se pueda debatir hoy el rechazo a un Brexit sin acuerdo, que es lo que buscaba Johnson. La tercera derrota se produjo cuando buscó adelantar las elecciones, para actualizar su apoyo popular y tener la legitimidad del sufragio directo para salir de Europa a como dé lugar, aunque provoque un desastre económico y administrativo.
Lo que sucedió es que ayer los Conservadores (el oficialismo británico) perdieron 21 diputados que se fueron con la oposición (Laboristas), porque no quieren ser cómplices de un «Brexit duro» que puede generar una debacle. Quieren llegar a un acuerdo con la Unión Europea y salir de la mejor manera. Por eso, proponen que si no se logra el convenio, se postergue el divorcio entre Londres y Bruselas.
La ley todavía debe ser aprobada por la cámara alta y promulgada por la Reina. Luego de que eso suceda, es probable que los Laboristas acepten ir a elecciones, pues su líder, Jeremy Corbyn, confía en que la popularidad está de su lado, aunque Johnson cree que él es quien detenta más intención de voto.
Lo cierto es que esta semana es definitoria, porque desde el lunes, el Parlamento se paralizará hasta fines de octubre, por un pedido del Primer Ministro a la Reina Isabel II.
