El improperio se produjo cuando un periodista consultó al mandatario sobre las críticas de la reconocida ONG a sus políticas ambientales. También aprovechó para reiterar sus críticas al “alarmismo” que, en su opinión, hay en el mundo sobre los problemas de la Amazonia.
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, dijo que la ONG ecologista Greenpeace es «una basura», al ser consultado por las críticas de esta organización a recientes decisiones en política ambiental, informaron medios locales.
«¿Quién es Greenpeace? ¿Quién es esa porquería llamada Greenpeace? Eso es una basura, otra pregunta», afirmó Bolsonaro a un grupo de periodistas cuando dejaba su residencia oficial, según recoge el diario O Globo.
El presidente había sido consultado por las críticas que Greenpeace realizó contra el nuevo Consejo de la Amazonía creado por el Gobierno, por entender que es inútil porque no tiene un objetivo claro, planes concretos ni presupuesto.
El líder ultraderechista compareció ante la prensa acompañado del diputado federal del estado de Amazonas (norte) Átila Lins, que propone crear un ministerio dedicado exclusivamente a la Amazonía.
Bolsonaro remarcó que tiene dudas porque eso generaría un gasto extra, pero prometió estudiar la propuesta, reseña la agencia Sputnik, a través de IP Paraguay.
El presidente brasileño también aprovechó la ocasión para reiterar sus críticas al alarmismo que en su opinión hay en el mundo ante los problemas de la Amazonía, refiriéndose en concreto a los incendios.
«La selva húmeda no arde; nadie habla de Australia, se quemó toda Australia y nadie dice nada, ¿dónde está el Sínodo de Australia?», criticó Bolsonaro, en referencia al Sínodo de la Amazonía impulsado por el Papa Francisco el año pasado.
El líder ultraderechista continuó con críticas más directas al líder católico: «El Papa Francisco ayer [el 12 de febrero] dijo que la Amazonía es suya, de todo el mundo; de casualidad, yo ayer [el 12 de febrero] estaba con el embajador [sic, el canciller] de Argentina, y le dije; «mira, el Papa es argentino, pero Dios es brasileño».
No es la primera vez que Bolsonaro y miembros de su Gobierno atacan a las ONG y en concreto a Greenpeace; hace unos meses, el ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles, insinuó que esta organización había provocado el derrame de petróleo que afectó al litoral noreste del país.
