Después de que las muertes diarias por covid-19 cayeron en Italia por debajo de los 100, por primera vez en dos meses, el Gobierno decretó el relajamiento de las medidas de aislamiento total.
Las tiendas, restaurantes e iglesias en toda Italia comenzaron a abrir hoy sus puertas por primera vez en semanas, ya que las restricciones de bloqueo continuaron disminuyendo en lo que alguna vez fue el epicentro del brote de coronavirus en Europa.
Las restricciones se aplicaron el 9 de marzo para combatir la creciente cifra de muertos, que ha aumentado a casi 32.000. Pero con la desaceleración del virus, el primer ministro italiano Giuseppe Conte dijo que era hora de reabrir el país para evitar más daños económicos. Algunos italianos volvieron a trabajar hace dos semanas.
«Podríamos esperar una vacuna, pero no podemos pagarla», dijo durante una conferencia de prensa para anunciar los cambios el sábado. «Tenemos que aceptar [los riesgos], de lo contrario nunca podremos reiniciar» fue lo manifestado por Conte, según información recogida por NBC News.
El bloqueo ya ha tenido un alto precio para todo el continente y la Comisión Europea pronostica que la economía se contraerá hasta un 7,5 por ciento este año.
Se les permite a los salones de belleza y bares abrir sus puertas de manera gradual en todo el país, siempre y cuando sigan las medidas de seguridad del gobierno. Si la propagación del virus sigue siendo mínima, el gobierno nacional dijo que los centros deportivos y gimnasios pueden abrir el 25 de mayo, mientras que los cines y teatros podrán reabrir a mediados de junio.
Las personas también pueden volver a encontrarse con amigos, aunque se fomenta el distanciamiento y las grandes reuniones siguen prohibidas. El uso de máscaras sigue siendo obligatorio en el interior y se recomienda en espacios exteriores llenos de gente.
Las iglesias también se están preparando para que regresen las congregaciones. El reverendo Riccardo Giacon en la Basílica dei Frari de Venecia dijo que los fieles tendrán mantenerse cerca de dos metros separados uno del otro y conservar esa distancia durante la misa con asientos medidos y marcados.
*Foto: Manuel Silvestri / Reuters