Se viralizaron páginas de un manual destinado a alumnos de bachillerato donde se promueven aspiraciones superfluas, como tener un auto último modelo o viajar a Miami.
Eduardo Petta, actual ministro de Educación del Paraguay, cobró notoriedad luego de su paso por la Policía Caminera, durante el gobierno de Fernando Lugo y, posteriormente, cuando ocupó una banca en la Cámara Alta, en el período 2013-2018 por el Partido Encuentro Nacional.
Estos antecedentes, su título de abogado y su lazos con iglesias pentecostales son las credenciales que, aparentemente, lo catapultaron a la que es, quizás, una de las carteras más importantes del gobierno, convirtiéndose en el responsable directo de la educación y formación de miles de niños y jóvenes paraguayos.
Dos años después de su nombramiento, no son pocos los escándalos que surgieron en el seno de su ministerio: la reedición del libro «Semillita» (ocasión en la que Petta aprovechó para jactarse de haber nacido el mismo día en que se publicó el material utilizado durante el gobierno de Stroessner), las faltas ortográficas en los cuadernillos escolares, y su incapacidad para separar su pertenencia a la iglesia pentecostal evangélica de su rol como ministro de la nación, son algunos de los episodios que conforman la larga lista de momentos en los que Eduardo Petta fue objeto de reprobación y/o burla en los medios de comunicación.
Sin embargo, parece no estar incómodo con ser uno de los funcionarios con peor imagen de este gobierno, porque sigue haciendo méritos para consolidarse en ese puesto.
Ahora se viralizaron las páginas de un manual destinado a alumnos de bachillerato -con membrete del MEC- que más bien parece un libro que podría ordenarse en el estante de «autoayuda» de una librería de saldos y literatura basura.
Un grande Petta 🤦🏻
Saquenme de Paraguay enserio yo ya no puedo más esto no es un meme enserio porfavor ayuda pic.twitter.com/vLvcsVATpv
— 💜💚🏳️🌈Anna S. {Pokémon SV Spoilers} (@AnnaCDS_2012) August 6, 2020
En este manual de «Desarrollo personal y social. Orientación educacional y socio laboral» se presenta una especie de receta para construir un «proyecto personal» donde constan 3 etapas: general, psicológico y espiritual (no se pierde la oportunidad para evangelizar).
De por sí, esto ya es llamativo y parece un chiste, pero cuando se leen las preguntas orientativas, la situación comienza a dar escalofríos: «Qué cosas quiero tener? (Posesiones) Ejemplo: deseo tener un auto último modelo. Qué cosas quiero hacer? (Experiencia) Ejemplo: Quiero ir de vacaciones a Miami. Qué quiero ser? (cualidades del caracter) Ejemplo: Quiero ser autosuficiente».
Así, si este texto es real y no fake news, desde el Ministerio de Educación -bajo la conducción de Eduardo Petta- se promueven degradados «valores» neoliberales, que buscan formar jóvenes con ambiciones puramente materialistas.
Por otra parte, el «proyecto de vida» que fomenta Petta es individualista, busca desligar a los jóvenes de su comunidad y de su entorno, fomentando una personalidad resignada y acrítica («Saber si cuentas con una alta autoestima que te permita sobrellevar la realidad en la que encuentras para salir airoso»). En el mismo sentido, también refiere que «Dios es el único ser (sic) que siempre nos apoyará, no nos juzgará y siempre estará en los momentos que más lo necesitemos».
Las desgraciadas líneas de este manual no solo son contrarias a cualquier criterio de laicidad que debería de seguir un cuadernillo impuesto por un ministerio de la Nación, sino que es contrario incluso a la idea de comunidad y tradición que, normalmente, procuran promocionar todas las iglesias. Las mismas promueven el egoísmo, la vanidad y el desprecio a la solidaridad que tanto necesita este tiempo.
