Con la tarea, el ente binacional posibilita el transporte fluvial de 115.000 toneladas de oleaginosas desde la zona de producción, que significarán para el país, 45 millones de dólares de ingreso.
Esta mañana cruzó la Esclusa de Navegación de la Central Hidroeléctrica Yacyretá, el último convoy con barcazas cargadas de granos de producción nacional, que van rumbo a los mercados internacionales.
Con la tarea, el ente binacional cumple el compromiso asumido por el Gobierno Nacional de permitir el transporte fluvial de 115.000 toneladas de oleaginosas desde la zona de producción, que significarán para el país, 45 millones de dólares de ingreso, aproximadamente.
La maniobra, lograda por medio de la colaboración de varias instituciones, ayudó a que un total de 8 convoyes, con 104 barcazas logren obtener las condiciones para navegar aguas abajo de la hidroeléctrica Yacyretá, ante la histórica bajante que viene registrando el río Paraná en lo que va del año 2020.
La operación iniciada ayer, fue monitoreada desde el Palacio de Gobierno, por el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, acompañado del canciller Nacional, Antonio Rivas, el vicecanciller Didier Olmedo, los directores de las binaciones, Nicanor Duarte Frutos, de Yacyretá; Ernst Bergen, de Itaipú, y el jefe de Departamento Técnico de CHY, Leopoldo Melo.
La operación
Con el pasaje por la Esclusa de Navegación de la Central Hidroeléctrica Yacyretá (CHY) del remolcador “San Pedro”, con 12 barcazas, se alcanzó la meta trazada en el nuevo operativo coordinado para favorecer la salida de la producción nacional a los puertos del Río de la Plata.
Las tareas operativas se desarrollaron sin inconvenientes, pese a las inclemencias del tiempo que afectan la zona en las últimas horas, cumpliendo con el cronograma establecido, explicó el Ing. Leopoldo Melo, tras confirmar la culminación del pasaje de remolcadores con barcazas por la esclusa.
Las condiciones favorables para la navegación por este tramo del río Paraná se concretó a través de la operación conjunta de las dos represas, que permitió el aumento del caudal y, por ende, la altura del río (1.000 m3/s y 1.30 metros de altura), especialmente en zonas difíciles para la navegación fluvial.