El director de Vigilancia Epidemiológica propuso a Nenecho emular los protocolos que permiten la actividad de bares y restaurantes en plena seguridad.
El director de Vigilancia de la Salud, Dr. Guillermo Sequera, compartió este sábado la noticia de que en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires -capital de Argentina- abrirán los bares y restaurantes con servicio de salón a partir del lunes 31 de agosto.
La novedad es que los empresarios gastronómicos del país vecino podrán hacer uso de veredas y calzadas para ubicar sus mesas, de manera a asegurar el distanciamiento social de los clientes.
Para ir pensando. Muchas calles peatonales y actividad al aire libre. @oscarodriguezpyhttps://t.co/wjxLbxoiuR
— Guille Sequera (@guillesequera) August 29, 2020
En su publicación, Sequera etiquetó al intendente de la capital paraguaya, Oscar “Nenecho” Rodríguez y le comentó “Para ir pensando. Muchas calles peatonales y actividad al aire libre”.
Los bares y restaurantes porteños están cerrados desde marzo, cuando se decretó la cuarentena. Paulatinamente, se habilitaron los servicios de delivery y “take away”, pero sin posibilidad de recibir comensales. Muchos empresarios del rubro quebraron pero felizmente, la actividad comienza a renacer desde este lunes 31 y hay mucha expectativa.
Horacio Rodríguez Larreta -Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires- permitió la reapertura de locales pero impuso un estricto protocolo: por el momento, solo podrán establecerse mesas en el exterior. Para eso, se reordenará la circulación urbana, cerrando algunas calles para volverlas peatonales mientras dure la pandemia.
Si bien en Asunción y en Paraguay ya los gastronómicos pudieron volver a ofrecer sus servicios -desde el inicio de la fase 3 de la cuarentena inteligente- lo cierto es que si los intendentes emularán a su par porteño, los ciudadanos podrían comenzar a disfrutar de su ciudad desde otro punto de vista, y se trataría de una modernización que uniría los esfuerzos del sector público y privado, mancomunadamente.
Un elemento a tener en cuenta es que las temperaturas paraguayas son más elevadas que las argentinas; nuestros empresarios gastronómicos tendrían que ofrecer espacios al aire libre con sombra y ventilación para que los clientes se interesen por la propuesta.
