La pandemia de Covid-19 está haciendo estragos en la economía global y Australia, pese a las ayudas gubernamentales, ya lleva 2 trimestres de retroceso económico que ponen fin a un ciclo ininterrumpido de crecimiento del PIB desde 1991.
Las medidas de restricción y los protocolos aplicados para prevenir la pandemia de COVID-19 tuvieron relativo éxito en Australia: con una población de alrededor de 25 millones de habitantes, hasta el momento se registran 25 mil casos positivos y menos de 700 muertes. Sin embargo, pese a las grandes ayudas gubernamentales (unos 3,5 millones de trabajadores están recibiendo un subsidio de cerca de 700 dólares) las autoridades de ese país no lograron frenar «la otra pandemia» que afecta al mundo entero: el freno económico y la concomitante caída en exportaciones e importaciones, el cierre de comercios y Mipymes y el aumento del desempleo.
Según informa France24, luego de casi 30 años de crecimiento ininterrumpido de su PIB, Australia mostró un retroceso económico en los primeros 2 trimestres de 2020, marcando el inicio de una recesión (un país está oficialmente en recesión cuando la tasa de variación de su PIB es negativa dos trimestres consecutivos).
La magnitud del estrago que el nuevo coronavirus provocó en la economía australiana es tal que se considera que es la peor caída del PIB desde que comenzaron a registrarse las estadísticas en 1959. Ni la crisis de 2008 afectó el ciclo virtuoso que atravesaba este país desde 1991.
Sin embargo, las autoridades consideran que las cifras podrían haber sido mucho peores si no se aplicaba el paquete de ayuda (subsidios, estímulos y apoyos de diversos tipos) que compromete casi el 13% del PIB.
Actualmente, Australia hace frente a un rebrote de Covid-19, cuyo epicentro es el estado de Victoria (donde se encuentra la ciudad de Melbourne). Afortunadamente, luego de que se aplicaran medidas drásticas en esta región desde julio, los contagios parecen estar ahora retrocediendo.