Mientras algunos países están levantando las restricciones impuestas para contener el COVID-19, otros –como el Reino Unido- están volviendo a las restricciones por temor a rebrotes del virus.
El primer ministro Boris Johnson dijo que su país se encuentra en «un peligroso punto de inflexión» al anunciar nuevas restricciones, que se extenderán al menos seis meses y se agregan a las ya existentes, para intentar frenar el rebrote de coronavirus, luego de las advertencias de los principales científicos asesores de su Gobierno sobre un aumento de casos que podrían alcanzar los 50.000 por día en octubre.
De acuerdo a lo informado por la Agencia Télam, Johnson anunció una reducción en los horarios de apertura de pubs y restaurantes, un descenso de 30 a 15 en las personas que pueden acudir a los casamientos, la prohibición de los deportes en equipo bajo techo y extendió la obligación de los tapabocas para el personal minorista y de servicio, así como para los pasajeros en los taxis.
Sin embargo, a pesar de la presión para hacerlo, no habrá una prohibición total para que integrantes de dos domicilios diferentes se reúnan, ya sea en privado o en un pub o restaurante, a excepción de los 13,7 millones de personas que ya están bajo confinamiento local.
El primer ministro realizó el anuncio en una sesión informativa en la Cámara de los Comunes, luego de haber mantenido esta mañana una reunión con el Comité Cobra de Emergencia para evaluar las medidas que regirán desde este jueves y se extenderán por lo menos durante seis meses.
Dijo que las restricciones podrían estar vigentes durante al menos seis meses más, advirtiendo que el virus podría durar incluso más tiempo.
También instó a los británicos a que intenten trabajar desde sus domicilios, dando un giro a su recomendación de hace un par de semanas atrás, que pedía que volvieran nuevamente a sus lugares de trabajo para fomentar el consumo en los negocios que rodean las oficinas.