Paranaländer reseña La conspiración contra la especie humana, un libro del escritor Thomas Ligotti, publicado en el año 2010. La obra es un ensayo filosófico en la línea de los pesimistas decimonónicos como Bahnsen y Mainländer.
Mira tu cuerpo:
una marioneta pintada, un pobre juguete
de partes articuladas al borde del colapso,
una cosa enferma y doliente
con una cabeza llena de imaginaciones falsas.
El Dhammapada
El mejor libro del escritor de cuentos de “terror filosófico” norteamericano Thomas Ligotti, salió en 2010 y, por rara paradoja, no es una narración ficticia sino un ensayo filosófico (La conspiración contra la especie humana) en la línea de los pesimistas decimonónicos como Bahnsen y Mainländer (por cierto, este autor alemán no es pariente de Paranaländer).
Thomas Ligotti nace en 1953 en Detroit, donde se gradúa en estudios ingleses por la Wayne State University. Tiene una adolescencia muy difícil y turbulenta, ya que a los diecisiete años sufre de ataques de pánico y ansiedad que terminan en una intensa depresión. Se aleja de la religión católica con solo diez años y que cae en el consumo de sustancias psicoactivas y alcohol. Se puede escuchar aquí el cedé del 2002 que contiene 6 poemas de Ligotti leídos por él mismo y con acompañamiento musical mínimo.
En el prólogo, Ray Brassier, filósofo inhumanista contemporáneo, celebra la postura de Ligotti de desenmascarar ese optimismo supino de decir siempre sí a la vida, una vida caracterizada por un hartazgo (che kuerái en nuestra habla vernácula, lebensmüdigkeit, hastío de la vida, en teutón) de sufrimiento, frustración y autoengaño. Dejar de celebrar tout court esa masacre de las nadas conscientes que son los humanos. Esta definición del humano aparece en una lacónica reflexión expuesta por el filósofo alemán Julius Bahnsen en 1847, cuando tenía diecisiete años. «El hombre es una Nada consciente de sí». Y sigue: y su vida es una obra teatral sin argumento ni actores hecha nada más que de partes de un impulso rector de automutilación gratuita. La autophagia que diagnostica Baudrillard (Baudrillard ha retenido más fidelidad a su propio y primitivo aceleracionismo negativo de un capitalismo autóphagous. En La transparencia del mal de 1990 él representa este colapso inminente del sistema a través de la metáfora del trastorno autoinmune) y, sobre todo, Murena en Folisofía (1976), donde el protagonista Dagoberto aprende a alimentarse como los otros entes de su propio cuerpo, cocinando su propia pantorrilla.
Un antiguo mito hindú resume las rutas de Kinnell: un demonio formado por la cristalización del hambre consume todo su entorno, hasta que nada queda. Acto seguido pregunta a Shiva, su creador, «qué más puedo comer». Shiva le responde: «cómete a ti mismo». La cabeza del demonio —lo único restante después de la autofagia— recibe desde entonces el nombre de Kirtimukha, «El rostro de la gloria», y es símbolo de una terrible verdad: la vida vive de sí misma y, por ende, el sufrimiento es inseparable de la vida.
El libro está dedicado al oscuro filósofo noruego de los años 30-40 del siglo XX Peter Wessel Zapffe. En el célebre artículo “Thinking horror” publicado en Collapse en 2008, Thomas Ligotti resume las argumentaciones expuestas por Zapffe, afirmando que la desgracia, para el ser humano, empezó cuando logró alcanzar la conciencia, un producto accidental de nuestra evolución, un imprevisto que convirtió a la especie humana en una raza de monstruos.
Algunos teóricos han yuxtapuesto a Ligotti con Bataille y Cioran acuñando la etiqueta de “misticismo weird”, un mix de horror filosófico y lógica de la negación.