La capacidad instalada por Salud Pública se incrementó ostensiblemente durante la gestión de Abdo Benítez. Se alcanzó a ofrecer el servicio en regiones donde nunca en la historia lo hubo.
El gobierno de Fernando Lugo incorporó 91 camas en terapia intensiva al sistema de salud, según datos del ministerio de Salud Pública.
El gobierno de Mario Abdo Benítez alcanzó un récord en materia de instalación de camas en Unidades de Terapia Intensiva (UTI), llegando a 636 camas, incluso en lugares en los que nunca se contaba con esta crucial asistencia, como Misiones, Paraguarí y Amambay, por citar solo algunas regiones.
De acuerdo a datos proporcionados por el Ministerio de Salud, al dejar su administración, el gobierno de Fernando Lugo, con Esperanza Martínez a la cabeza de dicha Secretaría de Estado, había solamente 196 camas de Terapia Intensiva en el sector público.
Cuando Horacio Cartes culminó su gestión, las camas disponibles se elevaron a 274, aunque solo 214 se encontraban operativas por distintos inconvenientes técnicos.
El incremento del gobierno actual, consistente en más del 350 camas, se logró con recursos propios de Salud Pública, así como con el fuerte respaldo de los fondos sociales de las binacionales.
En Misiones, por ejemplo, que nunca antes en su historia había contado con UTI, se inauguraron varias camas de terapia intensiva tanto en el Hospital Regional de San Juan Bautista como en el Hospital Materno Infantil de San Ignacio, completamente financiadas por el Entidad Binacional Yacyretá (EBY).
Eran otros tiempos, al inicio de la pandemia, cuando Esperanza Martínez reclamaba al gobierno igualar las camas de UTI instaladas por Lugo. En apenas dos años la gestión de Marito triplicó lo hecho por el el gobierno opositor, llegando la cobertura sanitaria a niveles inéditos en la historia de Paraguay.
