Ningún jefe comunal explicó si llegó a cerrar acuerdos con algún proveedor de vacunas, ni chinas ni de ninguna otra procedencia. Al parecer, sólo se trató de una jugada dedicada a captar el interés de la opinión pública, con fines electorales.
Muchos se preguntan si no se trata de un caso de venta de humo. Lo cierto y lo concreto es que días después de que un grupo de intendentes municipales, entre ellos Miguel Prieto, de Ciudad del Este, anunciaron que se encontraban realizando gestiones para adquirir vacunas contra el Covid-19, no surgió ninguna novedad al respecto.
Por lo pronto, el gobierno le cerró las puertas a Juan Martínez, el presidente de la Cámara de Comercio Paraguay-China quien, al parecer, no poseía ningún tipo de aval para negociar la venta de vacunas de la nación asiática.
Es más, en medio del debate, saltó al tapete una orden de desalojo en contra del “representante” de parte de la propietaria del lugar donde el hombre maneja sus negocios, sobre la avenida Santa Teresa, afectando así severamente su credibilidad. Según la dueña, el hombre no paga sus deudas desde la expiración del contrato de alquiler, hace aproximadamente tres años.
El drama por el acceso a las vacunas se expande por todo el mundo, hasta el punto que recientemente Francia acusó a Gran Bretaña de chantajista por cuestiones vinculadas con la provisión de vacunas. Mientras tanto, aquí existen intendentes que supuestamente “negocian” con un individuo que jamás aclaró cuáles son sus verdaderos vínculos con los fabricantes de vacunas chinos.