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sábado, noviembre 23, 2024

El agua diluvial purificará a la poesía

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Paranaländer escribe hoy sobre Francis Ponge y su idea de “limpiar como si fueran piedras las palabras con el fluir de las aguas, gastarlas, pulirlas, purificarlas de sus repeticiones”.

 

Por: Paranaländer

 

Francis Ponge quiere limpiar como si fueran piedras las palabras con el fluir de las aguas, gastarlas, pulirlas, purificarlas de sus repeticiones y piensa que el método ideal para tal labor hercúlea es la catástrofe acuática, un diluvio universal que dejará en pie solo una poesía nueva y verdadera, ni siquiera esos bomberos, los poetas de vanguardia, sobrevivirán a tal holocausto. A Séneca atribuye esta idea de una conflagración universal, de que la meta es la aniquilación total del mundo, del hábitat humano, ciudades y campo. Entonces, dice, los bomberos ya no servirán, pues no se tratará de apagar, conservar las cosas, sino de destruirlas. Abandonar los fuegos fatuos de la vanguardia incomunicable. El arte se justificará como único medio de afirmar el presente, la rabia de la expresión del instante concluye su traductor español (Mattoni).

 

“La justificación nihilista del arte

 

. . Esto es lo que Séneca me dijo hoy:

 

. . Supongo que el objetivo es la aniquilación total del mundo, de la morada humana, de las ciudades y de los campos, de las montañas y del mar.

 

En primer lugar, pensamos en el fuego, y tratamos de conservadores a los bomberos. Les reprochamos de apagar el fuego sagrado de la destrucción.

 

Entonces, para intentar de aniquilar sus esfuerzos, como tenemos el espíritu absoluto atacamos sus «medios»: intentamos meter el fuego al agua, al mar.

 

Hay que ser más traidor que eso. Hay que saber traicionar incluso nuestros propios medios. Abandonar el fuego, que es un instrumento brillante, pero contra el agua ineficaz. Entrar con gazmoñería a los bomberos. Y con el pretexto de ayudar a extinguir el fuego destructor, destruirlo todo bajo una catástrofe de agua. Inundarlo todo

 

La meta de la aniquilación será alcanzada, y los bomberos se ahogarán ellos mismos.

 

Así ridiculizaremos las palabras por la catástrofe, – el simple abuso de las palabras”.

 

 

 

 

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