El presidente de los EE.UU., Joe Biden, dio su discurso ante el Congreso donde hizo mención a las ambiciosas políticas sociales que pretenden financiar con impuestos a los más ricos. Dijo, además, que serán un «arsenal de vacunas» para el resto del mundo.
El presidente estadounidense, Joe Biden, prometió este miércoles último que su país será un «arsenal de vacunas» para el resto del mundo y jugará un papel de liderazgo similar al que desempeñó durante la Segunda Guerra Mundial.
«Nosotros nos convertiremos en un arsenal de vacunas para otros países, igual que EE.UU. fue el arsenal de la democracia durante la Segunda Guerra Mundial», dijo el mandatario en su primer discurso ante las dos cámaras del Congreso.
Biden proclamó que «EE.UU. ha vuelto» a la escena internacional y se comprometió a ayudar a otras naciones a hacer frente a la pandemia, porque «no hay un muro suficientemente alto para dejar fuera al virus», informó la agencia alemana DW.
«Gracias a ustedes, al pueblo estadounidense, nuestro progreso en estos 100 días contra una de las peores pandemias de la historia es unos de los éxitos logísticos más grandes que nuestro país jamás haya experimentado», afirmó citando que las muertes por COVID-19 han bajado en un 80 por ciento desde enero.
El gobernante estadounidense también se refirió a un plan que presentó en el Congreso para ayudar a los países del Triángulo Norte de Centroamérica a combatir los principales factores que generan la migración.
Instó a ponerle fin a «la agotadora guerra» partidista sobre la inmigración.
Le pidió al Legislativo a aprobar su reforma migratoria que busca regularizar a los 11 millones de inmigrantes irregulares que viven en el país, un proyecto que está estancado en el Senado ante la falta de apoyo de la oposición republicana.
Por otra parte, dijo que «ya es hora» de que las grandes corporaciones y los más ricos del país, que son un 1 por ciento «paguen su parte justa» de impuestos.
«Solo la parte justa», reiteró Biden, al tiempo que señaló que las fortunas y las grandes empresas tienen que ayudar pagando con sus impuestos las inversiones públicas que su gobierno se propone acometer.
Biden señaló que un reciente estudio asegura que el 55 por ciento de las grandes empresas pagó «cero» impuestos federales el año pasado, y lograron 40.000 millones de dólares en beneficios, mientras que muchas evadieron impuestos o se acogieron a beneficios y deducciones por emplear a sus trabajadores en otros países. «Y eso no está bien», denunció.
De acuerdo al reporte de Télam, Biden volvió a pedir que el Congreso apruebe el ambicioso plan para modernizar y ampliar la infraestructura nacional de 2,3 billones de dólares que ya presentó y sumó otras dos iniciativas millonarias: un plan nacional para crear trabajos y un plan para las familias estadounidenses.
En virtud de este último, las familias que califiquen recibirán 250 dólares por mes por niño hasta 2025. También habrá 200.000 millones para financiar el jardín de infantes gratis para todos los chicos de 3 y 4 años y otros 225.000 millones para subsidiar el cuidado infantil y para invertir en trabajadores de cuidado infantil.
El Estado también destinará 109.000 millones para pagar dos años de estudios en institutos de enseñanza superior.
La financiación de todo esto se logrará mediante una serie de aumentos de impuestos a los más ricos por la que el Estado espera recaudar 1,5 billones de dólares en una década.
El plan pone fin así a los recortes de impuestos para los mayores ingresos de su antecesor republicano Donald Trump.
El mandatario aseguró que su país trabajará con sus aliados para afrontar las amenazas que suponen Irán y Corea del Norte utilizando la diplomacia y «la disuasión severa».
Indicó que los programas nucleares iraní y norcoreano «presentan una seria amenaza para la seguridad de EE.UU. y del mundo», durante el primer discurso de su mandato ante las dos cámaras del Congreso.
En su alocución el mandatario mencionó también la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán, que estará completada para el próximo septiembre cuando se cumple el vigésimo aniversario de los ataques del 11-S, y subrayó que esta guerra nunca debería haber durado tanto.
Además llamó a la oposición republicana en el Legislativo a que apruebe el proyecto de reforma de la Policía en mayo, coincidiendo con el primer aniversario del asesinato de George Floyd.
«La nación apoya esta reforma. El Congreso debe actuar», aseguró Biden durante el primer discurso de su mandato ante las dos cámaras del Congreso.
Aprovechó su comparecencia ante el Congreso para enviar un aviso a su homólogo ruso, Vladímir Putin, de las «consecuencias» ante cualquier escalada y aseguró que no busca el «conflicto» con China, aunque da la bienvenida a la «competición».
En su primer discurso en el Congreso en una sesión conjunta de la Cámara de Representantes y el Senado, en la víspera de cumplir cien días en la Casa Blanca, Biden hizo referencia a sus recientes conversaciones con Putin y con el presidente chino, Xi Jinping.
«He dejado absolutamente claro que defenderé los intereses de los estadounidenses en todos los ámbitos», prometió.