Aby Warburg es un historiador de arte de alemán, cuyo método de trabajo “es el de un arqueólogo de los objetos en el arte, que observa el modo en que se entraman los estilos antiguos y cómo cambian a lo largo del tiempo”.
Por: Derian Passaglia.
Aby Warburg (1866 – 1929) es un fino historiador de arte alemán obsesionado con las imágenes, de las que intentó hacer una historia. ¿Se puede historizar las imágenes o se puede contar la historia a través de ellas? Quizá el mayor aporte de Aby Warburg sea su método, un modo que no solo abarca el estudio de la historia en relación al arte, sino también la forma misma de la narración.
Su obra magna es el Atlas Mnemosyine, un esfuerzo monumental por narrar a través de las imágenes, que quedó inconcluso tras su muerte y fue expuesto a través de paneles en las paredes en 1929. El atlas de la memoria es un intento por perseguir un hilo (un estilo, un movimiento, una forma) en el cambio, en el paso del tiempo mismo, como un estudio diacrónico del arte, la historia, el pensamiento y la humanidad.
Como todo buen genio, Aby Warburg se volvió loco y pasó varios años en un neuropsiquiátrico, donde le administraron dosis de opio como medicina, después de amenazar a toda su familia con la muerte y coquetear con la idea del suicidio. En 1923 quiso demostrarle a los médicos que había curado y brindó una conferencia en la clínica. La conferencia fue célebre y publicada tiempo después con el título El ritual de la serpiente, y trata de un viaje a Estados Unidos, un encuentro con los indios Pueblo y referencias a los orígenes del paganismo, el pensamiento mágico y las imágenes.
El gran tema de Aby Warburg fue precisamente el modo en que sobrevivía el paganismo en el temprano Renacimiento italiano. La pervivencia de las imágenes, una colección de estudios breves que se centran en el análisis de obras de Boticelli, Leonardo, Durero y poetas de la antigüedad como Ovidio.
Warburg se centra en elementos muy sutiles, como la representación del cabello al viento en El nacimiento de Venus (1482-5) de Boticelli, para perseguir el rastro de la influencia y pervivencia de una imagen a través del tiempo. Así, Boticelli se habría inspirado en poemas antiguos para pintar su Venus de cabellos ondulantes: “El aura les encrespa los cabellos sueltos y flojos”, se lee en un himno homérico. El método de Warburg es el de un arqueólogo de los objetos en el arte, que observa el modo en que se entraman los estilos antiguos y cómo cambian a lo largo del tiempo. Lo que pervive en la imagen es una forma de hacer arte reconvertida, contextualizada en un presente e imaginada por artistas que buscan en la antigüedad modelos de representación.
Foto: Aby Warburg, Bilderatlas Mnemosyne – The Original , 2020. Silke Briel / HKW.
