Guaidó dice que está dispuesto a negociar para “salvar al país”. Maduro dice estar dispuesto a hacerlo, con mediación internacional. La intransigente posición paraguaya sobre Venezuela, de esta forma, pierde consistencia.
Es un tibio acercamiento que tiempo atrás parecía impensado. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo estar “listo” para reunirse con “toda la oposición”, en respuesta a la propuesta de diálogo presentada públicamente por el líder opositor Juan Guaidó como una alternativa para paliar la crisis de Venezuela.
En un acto transmitido por la televisión estatal, Maduro aseguró que “con la ayuda de la Unión Europea (UE), del Gobierno de Noruega, del Grupo (internacional) de Contacto” aceptaría reunirse “cuando quieran, donde quieran y como quieran” y así “ver qué se saca de ahí”.
Aunque abierto al diálogo, el mandatario venezolano no escatimó en ironía para referirse a la iniciativa anunciada por Guaidó, quien tiempo atrás mantenía una posición mucho más férrea en cuanto a entablar negociaciones con el chavismo. Maduro señaló que el opositor cambió de un plan que «era la invasión a Venezuela a dialogar con Maduro».
«Se quiere sentar conmigo Guaidó, ¿qué traerá en las manos, qué trampa traerá, le dieron la orden del norte?», se preguntó, a la vez que acusó al expresidente de la Asamblea Nacional de ser «un pelele del norte» y sugerir que «le dieron la orden» de negociar.
En ese discurso ambivalente, Maduro sostuvo que analizará «si se saca algo bueno» de la eventual mesa de diálogo y le dio la bienvenida a la oposición si «ellos abandonan el camino de la guerra, de la invasión, de los atentados, del golpe de Estado» y vuelven «al camino electoral».
Por su parte, el partido Primero Justicia, del que forma parte el dos veces candidato presidencial Henrique Capriles, ratificó este jueves su propuesta de buscar un “acuerdo político” que esté “acompañado por la comunidad internacional”, tal y como propuso Juan Guaidó.
Ante esta nueva situación, la posición diplomática paraguaya, de intransigencia en lo que tiene que ver con el reconocimiento a Guaidó, queda un poco desdibujada. De hecho, cuando la Unión Europea dejó de reconocer al opositor a Maduro como “presidente encargado”, muchos de los países que mantenían un férreo rechazo al sucesor de Hugo Chávez quedaron en una incómoda situación, ya que incluso los representantes diplomáticos respondían a Guaidó.