Paranaländer escribe en esta oportunidad sobre el libro “Sapukái joyvy” (Grito al unísono), de Gregorio Gómez Centurión, que describe parte del acervo religioso de los paĩ tavyterã.
Por: Paranaländer.
Fitzököjic: especie de Larsen ashlushlay‚ etnia indígena onettiana del Chaco paraguayo de lengua mataco-mataguayo‚ que crea a las mujeres de su Santa María nivaclé (originariamente un pueblo solo de hombres) a partir del sueño. Las mujeres del sueño del mito ashlushlay son paridas por el sueño de Fitzököjic, como son todas las ashlushlay.
El último libro del poeta y sabio guasukoreño, Gregorio Gómez Centurión, se llama “Sapukái joyvy” (Grito al unísono), 2021, y en la página 91 trae también a escena una especie de teología poética, o ficticia, autoconsciente, a la maniera de Onetti o de los nivaclé. En este caso, pertenece al acervo religioso de los paĩ tavyterã.
Es a través del canto que el dios se materializa a sí mismo. Es decir, primero el dios es solo una voz en medio la oscuridad primigenia. Hay oscuridad y la voz del dios, en el principio paĩ. Ese canto tiene un nombre, ñengára. Es decir, es un dios poeta el Ñane Ramói Jusu (Nuestro Gran Abuelo) paĩ. Aunque en una segunda escucha o lectura del canto sacro, las cosas se complican, además de la oscuridad primigenia y la voz de Nuestro Gran Abuelo, aparecen junto a ellos un tercer elemento de la escenografía prístina: el Jasuka, o niebla-humo primigenio que es como la arcilla de la biblia hebrea usada para amasar el cuerpo del dios. Esta voz, ayvu, suele ser definida como palabra alma, queriendo significar con esto, suponemos, su espiritualidad o inmaterialidad esencial.
El dios autocreado es una figura teogónica originalísima. Esta autocreación, a partir de la voz y la palabra del dios, es también entendida como un descendimiento. Pues, a través de otro canto sagrado, jepapa, pueden nuevamente retornar y ascender al trono celestial (yvakua) de donde procede el ayvu.
El canto a través del cual el primer ser autocreado, origen de los tavyterã, se llama Ñane Ramói Jusu papa o jepapa, según lo devela el tekoaruvicha (guardián de la cultura paĩ) de Pirary del subgrupo cultural Yvypyte en 1980, Nicomedes Rodríguez Pa’i Komé. Él es considerado uno de los más solventes en el arakuaávy, lenguaje ceremonial tavyterã.
Además de Ñane Ramói Jusu son 12 los dioses autocreados, los ipuru’ãe’ŷva, los nacidos sin ombligo: Icheru, Mboruvicha, Mboruvicha Vusu, Noe Ndusu, Karavie Guasu, Arary Vusu, Tanimbu Guasu, Jakaira, Japarie Guasu, Mba’ekuaa Vusu, Papa Guasu, Pa’i Ñamói Jusu. Nomenclatura teológica: poesía pura.
Este canto sacro recuerda un poco al theis moira (don divino) griego. El poema o jepapa es al mismo tiempo un canto sacro, pero en pleno sentido literal, es la materialización, el recuerdo de la corporeización o encarnación del dios primigenio (y de los otros dioses de primera y segunda generación). “Todos hicieron en su momento uso del jepapa para retornar en cuerpo y alma a su amada morada celestial (cada quien en su amba, trono).
Gregorio Gómez Centurión (Villeta 1938). Es poeta, investigador de la lengua y cultura guaraní, traductor jovái (castellano-guaraní) y educador popular. Fue militante de los movimientos campesinos de las décadas de 1960/70: Juventud Agraria Católica y Ligas Agrarias Cristianas. Fue coordinador del Proyecto Paĩ Tavyterã, Ñemongetarã de comunicación y Tierra Viva a los pueblos indígenas del Chaco. Implementó con su compañera Cristina Olazar el primer programa de alfabetización en lengua Pai Tavytera (1978-1985). Ha publicado Ñe’e (2007), Tetãygua Pyambu (2017). Tiene unos Apuntes en borrador firmado por Ke’y Puku (nombre con que lo conocen los tavyterã). Vive en Guazú Corá (Villeta).