Sin apoyo de ninguna bancada para volver a ser presidente del Senado, Blas Llano sufrió una estrepitosa derrota en el Senado, donde sus propios correligionarios repudiaron su candidatura a la titularidad de la Cámara Alta.
Desde hace varias semanas el senador Blas Llano lleva una campaña de posicionamiento de su figura para volver a presidir el Senado. En ese marco eligió como chivo expiatorio a Nicanor Duarte Frutos, sobre todo en sus denuncias sobre la presunta falta de transparencia de las entidades binacionales.
Dicha estrategia se vio sumamente debilitada desde sus inicios, cuando empezaron las revelaciones de la inmensa red clientelar que el mismo Llano posee no solo en las binacionales, sino en diferentes instituciones del Estado.
Finalmente, la carrera de Llano por la presidencia de la Cámara Alta culminó en una resonante derrota política, cuando ayer sus propios correligionarios terminaron por darle la espalda y elegir como candidato a Blas Lanzoni. Llano no solo fue repudiado por diferentes bancadas de la oposición, sino que sus propios correligionarios lo vetaron.
Duramente golpeado en su aspiración de ser presidente del Senado, sin apoyo político a su campaña personal contra Duarte Frutos, en la sesión de hoy Llano no pudo disimular la desazón de su fracaso, al punto de que en determinados momentos de su discurso se lo vio al borde del llanto.
En dicha alocución, marcada por el desahogo desconsolado y la deshinibida manifestación de la frustración, Llano encontró “consuelo” atacando publicaciones de nuestro medio, difamando gratuitamente personas y reproduciendo refritos de nulo interés, todo ante la cruel indiferencia de sus colegas.
