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sábado, noviembre 23, 2024

Dostoievski según su viuda

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Paranaländer trae unas algunos detalles de la vida de Fiódor Dostoievski que fueron escritos por su viuda, Ana G. Dostoiévskaia, en el libro “Dostoievski, mi marido”.

 

Por: Paranaländer.

 

La segunda esposa, 200 palabras por minutos como taquígrafa del sexto curso para varones del Gimnasio, Ana Grigórievna Snitkina, de hermosos ojos grises, vestida siempre de lana negra, desmitifica la hosquedad y rudeza legendaria del genio ruso. Ella, tenía 20 años, Dostoievski 45 cuando se conocieron en 1866, empleada por 50 rublos para terminar “El jugador” en 25 días (dictados entre el 4 y 29 de octubre de 1866, un día antes del cumpleaños de Fiodor Mijáilovich) -para solventar al usurero de su editor Stellovski (explotaba también a Glinka) que tenía en su poder letras de cambio firmadas por nuestro escritor- en el departamento 13 del edificio Alonkin (edificio que sirve de modelo del que habita Raskolnikov en “Crimen y Castigo”). Allí vivía con su hijastro Pavel Alejandrovich (hijo del primer matrimonio de su finada primera esposa) y su criada Fedosia.

Dostoievski fumaba mucho, era aficionado a los dulces (de la pastelería Ballet), a las peras, de los vasos chinos, de los organillos callejeros.

Hablaba bien entonces (noviembre de 1866) de Turgueniev, Nekrasov, Máikov, Miliukov, Alexis Tolstoi (cuya obra teatral “La muerte de Iván el Terrible” fueron a ver juntos).

Le contó una vez a Ana Grigórievna que tenía ante sí tres vidas y la elección de una de ellas debería cambiar su triste destino: marchar a Oriente, Constantinopla y Jerusalén para tal vez permanecer allí, o partir hacia un lugar donde hubiera una ruleta para dedicarse a jugar; o volver a casarse para buscar la felicidad en el matrimonio.

El 8 de noviembre de 1866 Dostoievski le pide que sea su esposa.

La vida conyugal duró 14 años, hasta la muerte de Dostoievski.

La última parte de “Crimen y Castigo” fue escrita en cuatro semanas.

Sus ataques epilépticos disminuyen con la felicidad del nuevo matrimonio: antes se producían cada semana, de año en año.

“El escritor debe conocer todo y examinar muchos hechos”, era su frase para justificar que su joven esposa no leyera las ligeras novelas francesas de su biblioteca. También era anti-operetas y teatro de variedades. Solo respetaba el gran arte.

Turgueniev popularizó su apodo de “El marqués de Sade ruso”.

El editor de la revista moscovita “El mensajero ruso”, Katkov, editó “Crimen y Castigo”, y con el anticipo por esa obra pudo pagar los gastos del casorio.

Un padrastro enfermo y lleno de deudas era cuando lo conoció Ana.

La dote de 2 mil rublos Dostoievski le dijo que lo usará ella para comprar lo que quisiera.

Después de casarse se mudaron del edificio Alonkin (la fisonomía de Alonkin es muy parecida a la del comerciante Semsónov de “Los hermanos Karamazov”) a Voznesenski Prospekt, edificio Troll, frente a la iglesia de la Ascensión.

El 15 de febrero de 1867 se casaron en la catedral de Ismailovsk de San Petersburgo.

“El 15 de febrero me levanté muy temprano y fui a misa en el monasterio Smolni. Después de la misa fui a ver a mi confesor, el padre Felipe Speranski, y le pedí la bendición. Después fui a orar sobre la tumba de mi padre, en el cementerio de Bolshaia Ochta”.

“La catedral estaba totalmente iluminada, se oía un magnífico coro, y con muchos invitados elegantes.  Algunos me tiraban lúpulo, símbolo de riqueza”.

 

Fuente: Dostoievski, mi marido”, Ana G. Dostoiévskaia (1978, Buenos Aires)

 

 

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