Concordia Colorada tuvo un rol desdibujado en las últimas internas partidarias. El 60% de los distritos electorales ignoró su existencia.
El nuevo movimiento Concordia Colorada mostró su irrelevancia política en las últimas internas partidarias. De 264 distritos electorales que tiene el país, el nuevo movimiento logró presentarse únicamente en 112, es decir menos del 40%.
En más de la mitad de los distritos electorales los dirigentes desafiaron las decisiones de cúpulas, salieron a la cancha a competir, llegando, en algunos lugares, a derrotar al mismo movimiento Concordia Colorada.
Esta rebelión ratifica que las bases de la ANR no desean ser anestesiadas y que están decididas a seguir dirimiendo sus diferencias por medio de la competencia electoral, signo de la fortaleza democrática del coloradismo.
En ese sentido, Concordia Colorada no parece ser más que un dudoso experimento que busca importar a la ANR el modelo de funcionamiento de partidos menores, cuyas autoridades se suelen elegir en los quinchos de sus principales dirigentes.
Debe decirse que Concordia Colorada no existió en grandes ciudades con importante peso electoral del país: Asunción, Coronel Oviedo, San Pedro, mucho menos en las ciudades más populosas del departamento Central como Lambaré, San Lorenzo, Fernando de la Mora, Ñemby, Itá, entre otros.
En el caso de uno de los distritos políticos más grandes del país, que es Ciudad del Este, Concordia Colorada no fue más que mera intención de unidad, una ilusión, ya que allí no hubo consenso y se vio una feroz interna que tuvo como competidores importantes a Juan Ángel Núñez, quien cosechó una importante cantidad de votos, al igual que Esteban Wiens que quedó en tercer lugar con números para nada despreciables.
Así mismo, como nuevo fenómeno político, Concordia Colorada fue invisible en los medios de comunicación, análisis y conversaciones informales, debido a su inédita intrascendencia política.
Las tapas de los diarios hablaron de victorias y derrotas, ya sea del oficialismo como del cartismo. De la operación cicatriz sólo se acordaron sus mentores, ante la indiferencia de la dirigencia como de la ciudadanía.
Que más de la mitad de los distritos electorales del país haya ignorado Concordia Colorada es una clara muestra de que su rol para las internas presidenciales del próximo año será aún más insignificante.
