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viernes, noviembre 22, 2024

Amplio apoyo de la comunidad educativa a la vuelta de las clases presenciales

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El Trueno difunde una encuesta reciente, realizada a padres, estudiantes y docentes: 7 de cada 10 eligieron la educación tradicional en el aula frente a la virtual. “Se aprende mejor”, “los padres no saben explicar”, “los alumnos se concentran más” y “hay materias que no pueden enseñarse de forma virtual”, son algunas de las razones que dan cuenta de que la educación en el aula es irremplazable.

Entre el 5 y el 22 de julio se realizó una encuesta de la que participaron estudiantes (mayores de 12 años), padres/tutores y docentes de los niveles inicial, primario y secundario. El objetivo del estudio era averiguar cuál era la modalidad de educación preferida por la comunidad educativa, luego de casi un año y medio de pandemia.

El resultado más contundente es que la educación -de acuerdo con la opinión de todos los que intervienen en ella- debe ser presencial (figura 1). De los 1462 entrevistados (800 encuestas a padres, 262 a estudiantes de escuela media y 400 encuestas a docentes), el 69% se inclinó por las clases en el aula a la hora de decidir cuál es la mejor modalidad de estudio.

Los realizadores del estudio (OIMA Data), explicaron a El Trueno que la muestra se armó pensando en cada componente de la “comunidad educativa”: padres, madres o tutores de menores escolarizados (responsables de su educación y cada vez más involucrados en el aprendizaje dado el nuevo rol que debieron asumir, en muchos casos, durante la educación virtual); estudiantes (mayores de 12 años, con autorización de sus padres para contestar preguntas) y docentes.

Figura 1: ¿Prefiere la educación virtual o la presencial?

Base: 1462 casos

Justificaciones para preferir una modalidad

En una pregunta abierta, de respuesta espontánea (sin opciones) y múltiple (posibilidades de dar más de una respuesta) se indagó por qué preferían la presencialidad o la virtualidad. Si se observan las razones que dieron para elegir la presencialidad, salta a la vista que consideran que en la escuela es donde se aprende mejor: las clases presenciales aseguran condiciones de aprendizaje que son insustituibles.

Entre los padres/tutores, el 65% respondió que en clase presencial “se aprende más/se aprende mejor” (figura 2). En referencia clara al nuevo rol de docentes sustitutos/de apoyo que empezaron a cumplir los progenitores (y más específicamente, las madres) el 33% dijo que “los padres no saben explicar/los maestros explican mejor”. El 14% sostuvo que los alumnos “toman más en serio la enseñanza al estar en clase”.

Figura 2: ¿Por qué prefiere la educación presencial? Padres/tutores

Base: Padres o tutores que prefieren la educación presencial (560 casos)

Por el lado de los jóvenes (Figura 3), 7 de cada 10 estudiantes respondieron que “se aprende más/se aprende mejor” en la modalidad presencial; 23% que los maestros explican mejor en clase; 18%, “hay más interacción con los profesores”; 14%, “se aprende mejor con los compañeros”.

Figura 3: ¿Por qué prefiere la educación presencial? Estudiantes

Base: Estudiantes que prefieren la educación presencial (192 casos)

En el caso de los docentes (Figura 4), el 52% aseveró que “los alumnos aprenden más/mejor en el aula”; 25%, que “se puede enseñar mejor”; 17% que es mayor la interacción con los alumnos y el 10% contestó que “los alumnos se concentran más en clase”.

Figura 4: ¿Por qué prefiere la educación presencial? Docentes

Base: Docentes que prefieren la educación presencial (250 casos)

La superioridad didáctica y educativa de la presencialidad se vuelve más importante si se pone el foco en aquellos que eligieron a la educación virtual como su preferida (el 31%): la gran mayoría seleccionó esta modalidad por miedo a contagiarse de Covid-19, es decir, por causas puramente coyunturales (figuras 5,6 y 7). De no existir el riesgo de infección, es de esperar que su opinión se alinee a la de quienes respondieron que preferían las clases presenciales.

Figura 5: ¿Por qué prefiere la educación virtual? Padres/tutores

Base: Padres o Tutores que prefieren la educación virtual (240 casos)

Figura 6: ¿Por qué prefiere la educación virtual? Estudiantes

Base: Estudiantes que prefieren la educación virtual (70 casos)

Figura 7: ¿Por qué prefiere la educación virtual? Docentes

Base: Docentes que prefieren la educación virtual (150 casos)

Virtualidad es buena medida, pero solo provisoriamente

En otro momento de la encuesta, los participantes debieron marcar su grado de acuerdo con dos frases: “la educación virtual es una buena medida frente al aumento de casos de Covid-19” y “Los chicos aprenden durante la educación virtual” (figura 8). Con la primera estuvo de acuerdo el 82% de los encuestados, 8% en desacuerdo y 9% no mostró una opinión definida. Ahora bien, con la segunda frase, solo coincidió un 35% de la muestra: el 39% opinó que los alumnos no aprenden en la educación virtual y el 26% respondió que no estaba de acuerdo ni en desacuerdo, es decir, evitó dar una opinión clara.

De estos datos se desprende que la comunidad educativa de nuestro país acepta la educación virtual solo como una manera de proseguir con la educación en el contexto de circulación viral alta y peligro de contagio, pero de ninguna manera, creen, la educación a distancia puede asegurar que los niños se instruyan y desarrollen sus capacidades de aprendizaje.

Figura 8: Grado de acuerdo con las frases

Base 1462 casos

Conexión y equipamiento

Este último punto es interesante para comparar con el tipo de conexión y el equipamiento que padres/tutores, estudiantes y docentes expresan que se utiliza para las clases virtuales (figura 9). Con respecto al WiFi, 55% de los padres lo señalan como la conexión que usan sus hijos, 60% de los estudiantes dicen conectarse con esta tecnología, así como el 71% de los docentes. El resto de los encuestados afirma que su vínculo con internet se realiza por medio de los datos móviles del celular (40% padres/tutores, 34% estudiantes y 28% docentes). Así, entre el 30% y el 40% de cada submuestra declara que para cumplir con las clases virtuales se utiliza una conexión cara, inestable y, en muchos casos, lenta.

Figura 9: Tipo de conexión utilizada para educación virtual

Base: Estudiantes (262 casos), Padres o Tutores (800 casos), Docentes (400 casos)

En cuanto al tipo de dispositivo, 87% de los padres manifestaron que sus hijos se conectan por medio de un teléfono móvil; misma respuesta dio el 84% de los estudiantes (figura 10). Este número indica que la infraestructura que usan mayormente los alumnos para el desarrollo de la educación a distancia no asegura las condiciones óptimas como sí lo haría una computadora, ya sea de escritorio o tipo notebook/laptop.

Figura 10: Dispositivo o equipo utilizado para educación virtual

Base: Estudiantes (262 casos), Padres o Tutores (800 casos), Docentes (400 casos)

Las preguntas que apuntan a la tecnología que se emplea para el desarrollo de la educación a distancia dan cuenta de que hay un porcentaje alto de estudiantes y docentes que cumplen con sus obligaciones de manera precaria. Esto también explica gran parte de la preferencia por la educación presencial, que no requiere de equipamiento ni conexiones que suponen un costo importante, al que no todos pueden acceder.

Este estudio comenzó antes de que la campaña de vacunación en nuestro país se acelere de forma abrupta, tal como sucedió desde que llegó el primer gran lote de vacunas Pfizer. Así, es de esperar que, de reproducirse esta encuesta en los días que corren, los guarismos que indican que la educación presencial es insustituible sean todavía más contundentes.

Ficha técnica

Metodología: Encuestas personales cara a cara, realizadas en hogares a padres, madres o tutores y a estudiantes; encuestas telefónicas realizadas a personal docente.
Población objetivo: Padres, madres o tutores encargados de la educación de menores escolarizados de todo el país; estudiantes mayores de 12 años de todo el país; docentes de todo el país, de ciclos inicial, primario y secundario.
Distribución de la muestra: Asunción, Concepción, San Pedro, Cordillera, Guairá, Caaguazú, Caazapá, Itapúa, Paraguarí, Alto Paraná, Central, Amambay, Canindeyú. Zonas urbanas y rurales.
Diseño y tamaño de la muestra: Encuesta en hogares: polietápica por conglomerados; 800 casos (padres/tutores), 262 casos (estudiantes mayores de 12 años); cuota de nivel socioeconómico. Encuesta telefónica: 400 casos.
Fecha de relevamiento de datos: entre el 5 y el 22 de julio de 2021.
Aclaración: sólo se consolidaron los datos que se relevaron a partir de preguntas cerradas e iguales para las 3 poblaciones objetivo, y que implican respuestas de opinión. El resto de los datos se presentan desagregados.
Consultora responsable: OIMA Data.

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