La oposición continúa aturdida, atontada y sumamente desorientada luego del fracaso electoral que fueron las municipales, donde la ANR en plena pandemia superó la cantidad de intendencias y batió récord de concejales en todo el país.
Se militó por más de dos décadas el desbloqueo, asegurando que las listas sábana eran el único fundamento del poderío electoral de la ANR. El resultado fue el inverso, y hoy el coloradismo es el más fanático defensor de la nueva normativa electoral.
En los estudios políticos comparados no se registra un caso similar de suicidio político, planificado con abnegación, paciencia y método, todo en el marco de una batalla cultural de largo aliento. Fue un memorable despliegue de energías para la autosepultura y la ratificación de la ínfima vocación de poder de la oposición, así como de la ceguera a la hora de analizar la política.
En otro orden de cosas, la exitosa campaña tuitera #ANRNuncaMas va apagándose en las redes sociales, mientras otras consignas toman la posta, como por ejemplo “huir a tiempo no es cobardía”, luego de que Harrison tire la toalla con prudencia y justificaciones sobradas, si consideramos el aquelarre sin mañana que es el PLRA.
Este último hecho es de fuerte impacto en todo el mundo empresarial, es la comidilla de las reuniones, asados y encuentros sociales del establishment local. Se considera que apostar por la oposición hoy por hoy califica como deporte de riesgo, es casi tirar el dinero al río o dar dulces a desnutridos y torpes cuervos de la política.
El gran ganador de la catástrofe opositora es el presidente moral del Paraguay, Efraín Alegre, quien se consolida por tercera vez como candidato para el 2023, una candidatura que promete poner en escena a la síntesis definitiva de Mandela, Lula y Biden, como el propio Alegre lo sostiene en reuniones con su gabinete en las sombras.
Mientras tanto, en el llanismo el desconcierto y el sentimiento de orfandad es total, se vive un clima de velorio, aunque en medio del duelo ya se sondea a Martín “Bache” Burt como contrincante de Alegre.
En el tercer espacio político surgen otros entretelones prometedores, con el Partido Patria Querida luchando para dejar de ser partido municipal y disputar a la izquierda como fuerza nacional. Envalentonado por los últimos resultados electorales en materia de concejales, el diputado Villarejo pidió que la oposición no tenga como candidato a un liberal, ya que arrastran dos derrotas consecutivas.
La política es imprevisible y para el 2023 falta mucho, aunque por el momento el panorama parece sombrío para desplazar al Partido Colorado del poder.