El panorama político para el 2023 es sombrío para la oposición paraguaya. El partido de mayor electorado detrás del Partido Colorado, el PLRA, afronta una profunda división interna surgida del enfrentamiento entre sus principales líderes, abonado hoy por dos proyectos irreconciliables, uno que contaría con un guiño del sector empresarial y otro de la actual conducción partidaria.
En las últimas semanas se ha hablado con mucha insistencia de la postulación de Martin Burt, a la primera magistratura. Burt es un dirigente que ocupó el cargo de intendente de Asunción, de donde salió muy golpeado por los duros cuestionamientos a su gestión. En el presente, ha logrado levantar nuevamente cabeza mediante proyectos sociales de muy buena aceptación.
El proyecto Burt contaría con el respaldo del Partido Patria Querida, grupos empresariales e importantes dueños de medios de comunicación. Luego del precipitado retiro de Norman Harisson, el exintendente es la figura con más chances de disputar al efrainismo.
En frente, está Efraín Alegre quien por tercera vez intentará liderar un proyecto político para llegar a la presidencia. Este equipo pretende buscar nuevamente una alianza con el Frente Guasú, con una chapa presidencial que tenga como candidato a vicepresidente al exdirigente social y senador Sixto Pereira, o la legisladora Esperanza Martínez.
Triunfe quien triunfe tendrá la nada fácil tarea de enfrentar al Partido Colorado que por su parte ha demostrado en las últimas elecciones municipales su poderío electoral. Ha triunfado en 163 de los 243 distritos, con una capacidad de unidad difícil de quebrantar.
