En el marco del programa Ñapu’ãke, Silvana Abdo habilitó el decimosegundo centro de capacitación y producción de derivados de soja. La obra beneficiará a más de 1.500 personas que viven en situación de vulnerabilidad en la ciudad de Limpio.
Además de habilitar el centro completamente equipado, la primera dama conoció las historias de mujeres que empezaron a emprender, luego de ser capacitadas en el rubro de cocina a base de soja y en horticultura.
Una de ellas, Rossana Gómez, comentó que mediante el programa ya cuenta con un ingreso extra para su familia, gracias a lo aprendido en los cursos de cocina saludable a base de soja.
“Ahora en casa hago yo nomás el pan y en mi lugar de trabajo estoy vendiendo pastafrolas, bollos, y también le mimo a mi familia con las pizzas caseras. Este año pude preparar yo misma las pizzas para el cumpleaños de mi hijo y fue muy gratificante”, expresó.
Los cursos fueron realizados con el apoyo del Servicio Nacional de Promoción Profesional (SNPP) y Sistema Nacional de Formación y Capacitación Laboral (Sinafocal).
“Ya empezamos a emprender y a vender nuestros alfajorcitos, es una oportunidad muy grande para nosotras y estamos muy felices”, dijo por su parte, Gloria Ruíz.
“Es la oportunidad que nos dan para emprender y por eso hoy estamos muy felices. Estamos demostrando que sí se puede cuando se quiere las cosas”, dijo Gladys Aponte, otra de las beneficiarias del programa.
La primera dama, Silvana Abdo, destacó el trabajo de las mujeres y las motivó a seguir avanzando y aprovechando el centro habilitado, donde cuentan con todos los equipamientos, insumos y elementos para producir alimentos a base de soja.
Asimismo, observó las comidas dulces, saladas, jugos saborizados y panificados que prepararon las mujeres a base de soja. También realizó un recorrido por la huerta comunitaria orgánica con los niños quienes la ayudaron a cosechar y cultivar.
La huerta comunitaria sirve para que las familias puedan capacitarse, crear sus propias huertas familiares, llevar semillas y plantines. Mediante esto, obtienen productos frescos tanto para el autoconsumo como para la comercialización.
“Esto era un yuyal, limpiamos, trajimos tacuaras para cerrar la huerta, luego vinieron los ingenieros y construimos los tablones, para finalmente empezar a sembrar. Comenzamos en abril y en agosto aproximadamente ya cultivamos”, explicó Doña Ursulina Pereira, quien trabaja orgullosamente en la huerta a sus 69 años.
Durante la habilitación del centro, otras instituciones del Estado también llevaron asistencia a la comunidad local. Así, unas 11 personas con discapacidad recibieron sillas de ruedas, bastones y colchones de agua por parte de la Senadis, en tanto que el Infona entregó 3.600 plantines de especies nativas para la reforestación y arborización del lugar.
Hasta el momento, unas 74.715 personas de 14.991 familias fueron beneficiadas por el programa Ñapu’ãke, desde su inicio en agosto de 2020. En este tiempo, fueron creadas 25 huertas comunitarias, 522 huertas familiares y 8 estanques de piscicultura.
El programa de la Oficina de la Primera Dama fue lanzado en coordinación con la Entidad Itaipú Binacional, la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercialización de Cereales y Oleaginosas Capeco, que dona la soja a todas las comunidades, la Fundación Los Ángeles – Taiwán, el Ministerio de Desarrollo Social, el Ministerio de Agricultura y Ganadería, el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social y la Fundación Centro de Información de Recursos para el Desarrollo (CIRD).