En la misa central en honor a la Virgen de Caacupé, el monseñor Ricardo Valenzuela, obispo de la diócesis local, afirmó que “la corrupción es una de las grandes causas del triste estado de cosas que está viviendo nuestro país”.
Con el tema “María, modelo y prototipo de la espiritualidad laical”, el obispo de Caacupé centró su homilía en el compromiso que lleva consigo cada laico, a través del bautismo, de ser testigos de Dios.
“La iglesia quiere y necesita laicos santos y para todos hay una tarea en la misión de anunciar el reino de Dios”, dijo el religioso a la feligresía que este año volvió a llegar en gran número hasta la capital espiritual del país, luego de las restricciones impuestas el año pasado por causa del covid-19.
Valenzuela reflexionó que en este tiempo se observa una mayor espiritualidad en la sociedad, y en ese sentido instó a todos a no rechazar “los retos que tengamos siempre para hacer el bien”.
“Les insto, les empujo, pónganse en marcha y se va a desencadenar un potencial de fuerzas que transformará nuestra sociedad. Cuando esto suceda podremos afirmar finalmente que ha llegado la hora del laico”, dijo.
Como ya se señaló a lo largo del novenario a la Virgen de Caacupé, Valenzuela apuntó a la corrupción como uno de los grandes males que debe ser combatido desde el compromiso laical. “Hermanos, tenemos un frente muy difícil: la corrupción. Debemos luchar contra la corrupción. La corrupción es una de las grandes causas del triste estado de cosas que está viviendo nuestro país”, expresó.
El prelado se lanzó también contra los, que cree, privilegios que ostentan algunos sectores de la administración pública. “No es justo que los altos miembros del Estado, gasten el dinero público en seguros privilegiados”, aseveró.
No desperdició la oportunidad para reafirmar la posición de la Iglesia en contra del aborto y puso como ejemplo al rey Balduino I, de Bélgica. “En el año 1990 se aprobó la ley del aborto en Bélgica, como rey y jefe del Estado debe firmar los proyectos aprobados por el parlamento para que entren en vigor. Sin embargo, la ley del aborto iba en contra de sus profundas convicciones cristianas, y dijo que ‘su conciencia no le permitía firmar la ley’. Nunca un rey ha rechazado ratificar las decisiones del Parlamento”, dijo Valenzuela.
Así también, volvió a poner de manifiesto la postura del clero en cuanto a la modificación del Código Penal, que agregó penas más severas al hecho punible de invasión de inmueble. “Es de considerarse importante que se evalúe la necesidad de derogar la reciente modificación hecha al Código Penal o que se la revise con mecanismo de control y diálogo”, aseveró.
Recordando las expresiones del santo Oscar Romero, Valenzuela llamó a los laicos a vivir de verdad la belleza y la responsabilidad de ser un pueblo comprometido y “ser un ardiente testigo de Cristo”.
