El combate a la corrupción y el lavado de dinero serán considerados asuntos de seguridad nacional para los Estados Unidos, dado que generan desigualdad económica, pobreza a nivel global y atentan contra la democracia. Desplegarán recursos para combatir estos crímenes en todo el mundo.
El pasado 6 de diciembre, Joe Biden reveló un cambio estratégico en su política de seguridad interior: a partir de ahora, la corrupción y el lavado de dinero serán considerados problemas que afectan a la seguridad interior de su país, sea que se desarrollen estos ilícitos en territorio estadounidense o en otras naciones.
El anuncio del presidente norteamericano supone cambios de envergadura que afectan a nuestra región. Que la corrupción y el lavado de dinero sean cuestiones de seguridad nacional implica que ingentes cantidades de recursos serán volcados a agencias federales para que combatan estos crímenes, tanto en Estados Unidos como en el resto de los países que tienen vínculos con la potencia. Esto quiere decir, por ejemplo, que si un paraguayo es corrupto y utiliza estrategias de lavado de dinero para ocultar sus ilícitos, estará en la mira de EE.UU.
Ya en junio de 2021, Joe Biden había adelantado que haría cambios en la política de seguridad interior, pero los detalles del giro de timón se dieron a principios de diciembre pasado.
La administración Biden enfocará sus recursos en combatir la corrupción alrededor del mundo. La estrategia contempla cooperar con gobiernos y ONG de todo el planeta para investigar crímenes que, se considera, afectan a la democracia y la estabilidad mundiales, porque los corruptos que lavan dinero socavan el poder de los gobiernos y, frecuentemente, financian redes de narcotráfico y terrorismo.
La corrupción y el lavado de dinero pasarán de ser considerados crímenes -en términos legales- a ser cuestiones que afectan a la seguridad interior de los Estados Unidos de América, es decir, su paz y bienestar social y económico. En otras palabras: Estados Unidos no considera que su seguridad interior está bajo control si en el mundo están operando corruptos que lavan su dinero y financian redes de criminales internacionales.
Una consecuencia directa de esto es que la Administración Biden vigilará el comportamiento del mundo de los negocios, exigiendo mayor transparencia en las transacciones internacionales y los activos económicos de las corporaciones. Señala que es frecuente que los corruptos intenten blanquear su dinero ilícito a través de transacciones y emprendimientos inmobiliarios y empresas fantasma. El gobierno de EE.UU. advierte a todos los actores del sistema financiero (bancos y otras corporaciones del sector privado) que serán considerados responsables en términos legales si facilitan el lavado de dinero.
El medio Lawfare analiza que no es casual que el cambio de estrategia de la Administración Biden llegue luego de que se publicaran, en octubre de 2021, los «Pandora Papers», una investigación del Consorcio Internacional de Periodistas que reveló miles de cuentas offshore, dando cuenta del rol de los actores financieros en la facilitación del lavado de dinero.
El giro de timón en seguridad interior de Biden tiene 5 pilares:
- Coordinar esfuerzos y enfocar recursos del gobierno de Estados Unidos para combatir la corrupción y el lavado de dinero.
- Combatir las finanzas ilícitas.
- Considerar responsables legalmente a todos los bancos y firmas que faciliten el lavado de dinero.
- Reforzar las instituciones multilaterales de combate a la corrupción y el lavado de dinero.
- Mejorar el compromiso diplomático y asegurar los recursos para asistir a los gobiernos de todo el mundo para que puedan combatir la corrupción y el lavado de dinero.
Fuentes: Reuters (https://www.reuters.com/legal/legalindustry/biden-highlights-anti-money-laundering-tool-combat-corruption-2022-01-19/) Lawfare (https://www.lawfareblog.com/biden-administrations-aggressive-policy-changes-combat-corruption)