Paranaländer se afilia al ka’u teko mbya, un estado de borrachera profano y alegre en que el guarani se troca en jaguar por medio de la caña.
Por: Paranaländer
De la misma forma que el tigre azul devora sol y luna (Montoya), la borrachera del mbya devora, como el jaguar que se apodera de él en tal estado de ka’u teko, a parientes y amigos pues la cachaça no conoce amigos ni parientes. Fascinante la teoría mbya del respeto y el lugar simbólico ocupado por la cachaça y por los bailes en la vida social de los Mbya. El antirrespeto o anti teko que brinda la danza, este ka’u teko que invita a los muertos a acercarse, son formas de experimentar el punto de vista del enemigo y así apropiarse del conocimiento que tienen sobre quienes se conciben como humanos pacíficos. La cachaça es contra el Estado y abandona esos ideales humanistas “bueno para todos”. Emborrarse para Baudelaire era el pináculo de una vida poéticamente dirigida y para el guaraní hoy es experimentar al jaguar, gracias a la cachaça (a falta de cagüi o chicha).
El lugar simbólico que la cachaça ocupa entre los Mbya. La alegría que motiva la embriaguez y la danza que es fundamental en los “bailes”, mas puede resbalar en agresividad: embriagada, la persona se aproxima a los muertos y toma a sus parientes por enemigos. Embriagados, los Mbya experimentan al jaguar.
“Es una alegría hacer el baile. Sólo que no es como la alegría del opy, porque allá es otra alegría. Es diferente. allá en el opy (casa de rezo) uno se queda sentado, fumando cachimbo, cantando y rezando. Mas en el baile no. Ahí ya se bebe cachaça, se danza forró. Mas es alegría también”.
Un karaí habló que el Guarani hoy sólo puede agradecer a Kuaray y no a Tupã, “porque Kuaray es tekoachy como la gente, sabe cómo es vivir como la gente vive. Mientras que Tupa no, el ya se pone bravo se los Guarani hacen baile. Es que no le gusta ver el jerokuá y eso el Guarani hace mucho en el baile”. Jerokuá, -japiro o aún -povyvy son formas de referirse a la relación sexual.
“¡Oh Ademar, vende a la gente! ¡Somos todos teko achy!”. Colocado en la baranda, volcado para el patio, un aparato de sonido es responsable por el canto. las músicas tocadas son de diferentes estilos, siendo que la mayoría de las letras oscila entre la embriaguez y el sexo. Dentro de los ritmos, menciono el forró y el brega-melody como los más frecuentes, aunque siempre hay espacio para alguna cosa de sertanejo, tecno-brega y cumbia argentina.
La polca paraguaya, apreciada por jóvenes kaiowa, es muchas veces realizada después de la muerte de alguien y se extiende durante toda la noche, “todo regado con mucha pinga”. El acto de beber no es concebido como dolencia, “mas si el uso de estas bebidas que traen dolencia”.
Por otro lado, la cachaça es también conocimiento, pues “entre los Mbyá puede llevar a la persona a beber la sensación de que la cachaça da “experiencia” para aquel que bebe, o sea, una persona que normalmente no se destaca por pensamientos y colocaciones sabias puede, al beber, demonstrar a través de su discurso, algunos conocimientos”. Y “el consumo de bebidas alcohólicas permite a los Guarani superar estados de tristeza”.
Los kaiowa distinguen entre dos formas: embriagarse positivamente (porã) y negativamente (vai), siendo que tanto la chicha cuanto la cachaça pueden proporcionar ambos estados.
El kaguijy es elaborado por mujeres guaraníes -las que están menstruando quedan excluidas del proceso- y consiste en triturar los granos de maíz para obtener harina, cocerlos y, finalmente, masticar algunas de las bolitas de harina cocida, dejándolas fermentar ligeramente durante la noche. Es importante señalar que el kaguijy (no confundir con la chicha o cagüi) no intoxica: “Lo único que me pasó, cuando me bebí casi cinco litros de kaguijy, fue tener la barriga hinchada”, me dijo Moreto, cuando le pregunté al respecto. Kaguijy es motivo de gran aprecio, siendo referido como “comida real”, siempre que no sea tai (ácido, amargo), como recordó el xeramoi.
¿Cuál es el lugar simbólico que ocupa la cachaça entre os Guarani? Pensar un lugar posible para esa bebida dentro de la filosofía social de los Guarani. Ocurre que solamente los Kaiowa hacen chicha actualmente y la forma por el cual las caguijyu kaiowa fueron interpretadas por algunos de sus antropólogos no auxilia la comprensión de los bailes mbya contemporáneos, principalmente porque esa interpretación toma las caguijyu desde el punto de vista exclusivo, o por lo menos dominante, de la religión y de la relación con las divinidades. Como veremos, no son las divinidades las que poseen un papel primordial en los bailes guaraníes de cachaça.
Watson (1952) llama atención a la importancia del cãwi entre los Kaiowa del Takuapiri, resaltando que el calendario cristiano sirve de organizador de las fiestas, las cuales ocurren los sábados, mas también el trabajo colectivo – puxirö – es oportunidad para la producción de cauim.
“El kotyhu tiene una relación estrecha con la chicha y el ka’u, el beber”, no solamente la chicha, mas la “kaña, ‘cachaça’, es condición para la realización del kotyhu también”. El kotyhu – o guaxiré – es una danza que toma la noche entera, brincando con canciones de temas eróticos y humorísticos que buscan traer alegría y salud para las personas. Es posible percibir diferencias entre los kotyhu y los gwahu: los kotyhu poseen temática sexual, llorosa y pendenciera, en cuanto los gwahu tratan de las divinidades.
Ya no pretender subsumir la fiesta y la bebida a la religión guaraní, tal como fue construida por la bibliografía clásica, y también de cualquier “forma de ser tradicional” –ese ñande reko.
Seguramente, los Mbya con quienes conviví dirán que ka’u reko – “estar embriagado” – es un comportamiento “anti[1]social”, esto es, “anti-teko”. Con todo, los bailes y borracheras ocurren y siguen ocurriendo: las razones de esa “anti-sociabilidad” son estimulantes para estudios actuales y futuros. Explorar los bailes y la embriaguez guarani “como si” la cachaça fuese cagüi.
Cadogan garante que los Mbya “no usan ni nunca han usado el Kagüy – bebida espirituosa fermentada. Schaden dice que los Mbya de Rio Branco le “hablaron de cagüi de maíz y cagüi de miel utilizados en las grandes festas religiosas”, en cuanto los de “Yróysã, me negaron categóricamente conocer cualquier bebida fermentada” y lanza la hipótesis “de que el uso de bebidas fermentadas por los Mbyá tal vez haya sido recibido de otros grupos guarani”.
La etnografía do padre Franz Muller realizada en la provincia de Misiones, Argentina: “Entre los Mbya, en la vivienda del cacique, entre los Pañ y los Chiripá en la vivienda del curandero (paí) se encuentra frecuentemente una artesa de madera de Hyary de hasta 3 metros de largo, un ancho de 40 a 60 cms y una profundidad de 30 a 40 cms llamada yvyra ñâ-ê para contener el cangûî, bebida alcohólica preparada con maíz, batatas, mandioca o caña de azúcar que es colado con una espumadera de calabaza, mbonguaha, para eliminar fragmentos grandes. El cangûî es el componente imprescindible y esencial de las fiestas indígenas completadas con canto y baile”.
Fuente: Outras alegrias. Parentesco e festas Mbya, Guilherme Orlandini Heurich, Rio de Janeiro, 2011