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sábado, noviembre 23, 2024

Moronguêtá

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Paranaländer nació el mismo año que este tesoro de bellas conversaciones amorosas del indio amazónico, obra sin parangón acometida por el escritor brasileño Nunes Pereira.

 

Por: Paranaländer.

 

La reedición en 1980 de “Moronguêtá. Un Decamerón indígena” de Nunes Pereira (1983-1985), una colección de “conversaciones bellas” literalmente, tal cual el tupí-guarani del título, a la vez llevando el subtítulo de Decamerón indígena, implicaba un redescubrimiento de un verdadero tesoro de historias del indio amazónico (Originalmente editado en 1967). Obra citada elogiosamente por Levi-Strauss, Sullivan, y el propio Chase Sardi en nuestro país, que lo homenajea con su “Decamerón nivaclé” del año 1981 (ediciones Napa). Otros trabajos de Nunes Pereira incluyen “Panorama de la alimentación indígena”, sobre las bebidas, comidas y tóxicos de uso indígena (1964), y “Curt Nimuendaju. Síntesis de una vida y una obra” (1946)

Nunes Pereira nació en São Luís do Maranhão, el 26 de junio de 1893. Estudió en Belém. Niterói y Río de Janeiro. Tuvo una formación como biólogo, cuando estudiaba veterinaria bajo la dirección de Paulo Parreiras Horta, renombrado micólogo, asistido por un grupo de dignos colegas de Arthur Moses, Herbert Pereira, Aleixo de Vasconcelos y Charles Conreur. Inquieto, estudió periodismo, se dedicó a la literatura, pero ninguno de estos atajos logró desviarlo de la biología, siempre interesado en los estudios de botánica, zoología y, sobre todo, los de etnografía y etnología, a los que estuvo ligado por el encanto de las fábulas que fue cosechando en innumerables viajes y diversas socializaciones con los indios. Para eso, claro, Nunes Pereira caminó río arriba, llenando sus ojos de paisajes y sus oídos de mitos, leyendas e historias, a través de la Amazonía. Luego, tuvo la paciencia y la inteligencia de cotejar sus propios apuntes con las observaciones de naturalistas, etnógrafos, antropólogos y sociólogos que, antes que él, habían visitado la región o escrito sobre temas relacionados con sus investigaciones. Y el material bibliográfico recopilado y discutido es impresionante. La colección de relatos eruditamente recogidos y anotados por el autor va precedida de un estudio fisiográfico del territorio, de las áreas culturales recorridas. Nunes Pereira llamó al grupo Moronguêtá, definiéndolo como un Decamerón indígena. Este nombre indígena, tan sonoro, merece una pequeña charla. MORONGUETÁ: Primero, la memoria convoca a la forma guaraní monguetá, que significa conversación y, como decía el padre Montoya, “Lengua guaraní o mais bien tupi”, damos un paseo por los diccionarios, sin mayores preocupaciones. encontrar conversación – nhomonguetá, el diálogo – anhomonguetá: y luego el porang o morang que significa formación hermosa, agradable.

En el “Dicionário Portugues Brasiliano” de 1745 y reeditado por Plínio Airosa, conversación, por supuesto, se llama «práctica» y es Monguetáçaba y practicar es jemonguetá. Lo hermoso continúa poranga y es bueno registrar, para la meditación, poranga-eté, algo realmente hermoso y poranga-nheenga – palabras llenas de belleza. También se puede ver, en Gonçalves Días, la práctica – Monguetá çaba y porang – hermoso. Martius, en la “Glossaria”, registra, a su vez, nhe monguetá como conversando, porang – bonito. Y, finalmente, Stradelli registra la purunguetaua como conversar. Si nos acercamos a porandub – historia; la equivalencia entre (p) (m) como bilabiales, la existencia del fonema (mb), es bien comprensible poronguetá y moronguetá y una pronunciación diptongada.

MORANGUETÁ y MORONGUETÁ. Ejercicios de trapecio, hipótesis sugerida como posible otro sentido. Y con respecto al subtítulo de esta obra, Nunes Pereira tuvo el coraje de no escribir Decamerao, como aconsejan los manuales, forma casi culinaria de designar el bello arte de contar. ·Se elogia el título de la obra y el subtítulo que el autor preservó del humillante final. Además, el subtítulo proviene no sólo de la colección de narradores, en viajes que son las excursiones del autor, sino también de la libertad de ciertos temas y lenguaje propio de un pueblo que no llegó al refinamiento de mirar con eufemismo la animalidad del sexo.

 

Fuente: Moronguêtá. Um Decameron indígena, 1980, 2 tomos, Civilizaçao Brasileira

 

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