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viernes, noviembre 22, 2024

Diario de ¿Qué es la literatura? Parte 2

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«Nadie imagina a Sartre con un pico y una pala en la mano, y sí con una pipa atrás de un escritorio». Por: Derian Passaglia

Miércoles, 29/21 19:33

Cuando Sartre se llama a sí mismo “obrero” se está situando y separando del burgués (el escritor, Proust) pero también construye una caricatura. Nadie imagina a Sartre con un pico y una pala en la mano, y sí con una pipa atrás de un escritorio. Más honesto hubiera sido que se llame burgués, pero al escribir se disfraza de trabajador, necesariamente, para anunciar su oposición. ¿Obrero de qué? ¿De la palabra? ¿Minero del texto? ¿Trabajador de la sintaxis? ¿A qué sindicato retórico pertenece? Ante todo, construye una ficción (teórica).

Autor y narrador no se separan. Sobre Proust: “Nos negamos a creer que el amor de un invertido presente los mismos caracteres que el de un heterosexual”. Un obrero no puede sentir como un burgués, ni un homosexual como un hetero, por lo tanto no hay universalidad posible salvo en la “condición metafísica” del hombre. La enunciación revela el medio. Sartre se pasa por alto que el medio también se puede construir e imaginar (cronistas de indias, por ejemplo).

El hombre es una totalidad. Qué nostalgia.

 

Jueves, 30/12 00:12

La tradición francesa alrededor del mal proviene de la poesía (Villon, Baudelaire, Rimbaud). Sartre: “la libertad podría pasar por una maldición. Y es una maldición”. En oposición al bien, el mal encarna la decadencia, lo pútrido (Baudelaire), el cambio, la rebelión, el desorden (Rimbaud).

La representación de la voz del obrero proviene de otra tradición, el realismo socialista (vanguardia de los años veinte, soviéticos). El obrero es pobre, sufrido, explotado, etc. Real seguidor del realismo: “un obrero no puede vivir a lo burgués”. Cfr. L-Gante.

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