Paranaländer entrevista al artista lambareño Armando Bogarín, poeta del ysypo, suerte de Giger subtropical.
Por: Paranaländer
Entrevistamos al artista Armando Bogarín (Asunción 1990). Realiza esculturas a base de la liana nativa ysypo, obras potentes que nos remiten a una especie de Giger subtropical, payesero, mitológico.
Háblanos de tus inicios en el arte, cómo empezaste, si venís o no de una familia artística
Soy autodidacta, mi estilo es similar a la cestería pero tampoco hubo alguien que me haya influido o enseñado a hacer una sola canasta que nunca había hecho yo mismo. Me inicie en el año 2016, desde mita’i he recolectado cosas en los suelos y árboles de los bosques y selvas como huesos, plumas, ramas, piedras, y el ysypo apareció para atar todo eso recolectado. Las lianas que uso son de las llamadas ysypo morotï, que son las más fuertes y no se sueltan con facilidad. Encierran otro tipo de patrón que las demás trepadoras porque en el bosque existen bastantes especies como por ej., la ysypo hū, que es la más tradicional en cestería y está la conocida con el nombre de Kurupi rembo, que es de más rápida propagación -como los galeristas y curadores marchantes- que solo sirven para enredar y asfixiar para con eso con eso extinguir lo bueno, ya que tampoco sirven para otra cosa por el hecho de que ni siquiera tienen fibras que podrían ser útiles para algún tejido. Nací y me crie en Asunción, actualmente vivo en Lambaré pero mi familia materna es de San Pedro, específicamente de la compañía Unión, y es de allí donde viene todo esto de mi conexión con el mundo real de la madre naturaleza. En el año que me inicié, 2016, me atreví a concursar en el “8vo concurso juvenil de esculturas”, el cual gané y con eso pude tener la experiencia de ir a residir a USA por unos meses. Al año siguiente, concursé y gané el premio Matisse (siendo también mi escultura la primera en ganar este premio) y con debido a esto en 2018 viajé a Francia. Residí en la Cité Internacional des Arts (París), siendo el primer paraguayo en exponer en dicho sitio. En el 2019 pude exponer mi obra “Ka’aguy rory” en Mulvane Art Museum de la Universidad de Washburn junto con mi primera instalación hecha durante el tiempo de residencia en Kansas City.
¿Quiénes son tus referentes artísticos locales?
Nde tarova’o nde 😱, bueno en primer lugar nombro a mi sobrina Bia Agostina, quien me inspiró al pintar a una macabra monja estando en una escuela católica. Ella es un amor y me inspira bastante por romper con los esquemas preestablecidos. Reconozco a Fidel Fernández como el mayor referente de todo este gyryry del que participan miles, después está el embellecedor de ciudades que para mí es Oz Montania y algunos chicos y chicas ganadores del Matisse que también rompieron esquemas. Entre los escultores, quien me dejó grandes enseñanzas y obras mágicas, fue Gustavo Beckelmann (quien fumaba la misma marca de cigarrillos que fumo yo). Después viene los que están nomás pintando paisajes, lagos, edificios, animales, flores, las galoperas, damas con turbantes, bailarinas, rostros, los forever cuerpos desnudos o arte erótico que ahora para llegarte le ponen más panza -todo esto parte del coaching galerista/marchante que te indica cómo tiene que ser la obra para que trasciendas-. Es mejor, a veces, buscar en la web de BEHANCE o ArtStation.
¿Qué otras artes influyen en tu creación?
El cine inspiró y desarrolló muchas etapas en mi vida, lastimosamente no estamos pudiendo lograr el cine para todo público. La mayoría de los productores o directores solo se están basando en enseñanzas que se podría decir solo captan la atención de los rebuscados del séptimo arte, queriendo acentuar la cultura indígena para el aichijáranga (pobrecito) internacional, y con eso rescatar sus logros sin emoción, todos anga esperamos al Pombero como se debe pero jamás apareció 😥.
¿Cómo surgió tu interés por el Ysypo?
Desde mita’i mamá me llevaba a lo de abuelo de visita, mi abuelo sigue fuerte como un roble y su casa con los horcones siempre llamaron mi atención por cómo estaban atados. Hace más de 50 años que tiene esa edificación de techo kapi’i con Ysypo “sy”. Siempre fue y estuvo atado con las mismas lianas y ningún insecto intervino para deteriorar a esa trepadora. Más adelante me hice de amigos quienes me llevaban a los bosques y me enseñaron cómo y cuál era esa planta tan resistente que es casi imposible soltarla estirando con fuerza. Al crear con esta planta comenzó toda una travesía pues cada vez me mostraba más símbolos y sigue trascendiendo en otras áreas del arte en distintas modalidades con muchas proyecciones futuras; el analizar a esta planta desde su interior y espiritualidad, me llevó a usarla queriendo seguir junto a ella.
¿Cómo ves el escenario del arte Paraguayensis?
Actualmente veo una escasez ya prolongada en obras que llenen nuestros corazones, en otros términos: ndaipóri mba’eve. No llevo una década en este mundo pero me he dado cuenta que hay varios frentes artísticos y con eso uno predominante que alaban obras dando espacio al arte o artistas que no están haciendo trascender a nuestra cultura, conversatorio sobre conversatorio, se dedican a hablar y especular sobre lo que no conocen, por ej., a los emergentes, ninguneando sus obras. Pero están los individualistas que, apartados de la sociedad común, cada vez que salen a mostrar lo suyo se destacan ante ésta.
Cuando escuchas la palabra Paraguay ¿qué sentís, vergüenza, complejo de inferioridad, rabia, ternura?
Paraguay no es una República ni ninguna nación, cada quien lucha por sus intereses, un estado y ciudadanía que esperan migajas en donaciones de otros gobiernos, me siento un paria.
¿Qué lugar le concedes a la política en el arte, o mejor dicho en tu arte?
En lo político, el arte en ysypo que he desarrollado busca un discurso de protesta con mucha espiritualidad, no lo ubico en un máximo pedestal al discurso político pero en lo artístico siempre voy a buscar levantar mi voz y hacer lo posible por dejar de alguna manera el sitio donde habito en mejor condición de lo que lo encontré para la gente que va vendrá.
Cuenta de Instagram de Armando Bogarín: www.instagram.com/armandobogarin1/