Efraín Alegre trató a Amarilla “peón principal y portavoz” de ese grupo “vinculado a actividades ilícitas”, mientras que Llano dijo que el presidente del PLRA es un “raterito de cuarta”. No se ve una solución a corto plazo a la división liberal.
El centenario Partido Liberal Radical Autentico parece no encontrar el camino a la paz. Las diferencias entre las facciones lideradas por Efraín Alegre, por un lado, y Blas Llano, por el otro, se profundizan día a día.
El último punto de crispación es la auditoría, que pretende hacer el sector de Llano y Dionisio Amarilla, a la administración de Efraín Alegre, tal como lo haya decidido la Convención del PLRA en las pasadas semanas.
En ese sentido, el tesorero del PLRA, Dionisio Amarilla, remitió una nota a Efraín Alegre a fin de llevar adelante la mentada auditoría, lo que recibió una insólita respuesta del titular del PLRA, denegando el pedido.
Alegre respondió que las puertas del PLRA “están cerradas para todo intento del cartismo de someterlo”, y trató a Amarilla “peón principal y portavoz” de ese grupo “vinculado a actividades ilícitas”, y culmina diciendo: “haga el favor de comunicarle a su jefe político lo antedicho”.
Por su parte, el senador Blas Llano, figura antagónica de Alegre, se despachó contra el presidente del PLRA, y lo trató de “raterito de cuarta”.
“Ya lo conocemos a Alegre es un raterito de cuarta. Se tiene que cumplir lo que dice la convención, así funciona el partido”, afirmó Llano en comunicación con radio Ñandutí.
Otro que se sumó a la polémica es Líder Amarilla, quien afirmó que “acá el fondo de la cuestión es que Efraín Alegre es el mejor posicionado dentro de lo que es la interna del PLRA. Es el hombre más fuerte políticamente hablando de cara a las próximas elecciones presidenciales”.
Con todas estas posturas, que antes de avanzar hacia futuros pactos de cara al 2023, se ve difícil una unidad partidaria a corto plazo. De hecho, el principal temor de la oposición es que esta resquebrajadura afecte las chances electorales en las próximas elecciones, en caso de lograrse la unidad, claro está.