Esperanza Martínez se sumo a las críticas y afirmó que Euclides no puede ser una propuesta de “cambio” ya que solo días antes de lanzar su candidatura formaba parte del Gobierno y será contrincante del presidente con el cual fue dos veces ministro.
En las últimas horas, Euclides Acevedo es el blanco favorito de la crítica de los dirigentes que apostaron a la Concertación, de la que no forma parte el excanciller.
En primer lugar exintendentable liberal, Eduardo Nakayama, había lanzado unos dardos contra el excanciller. Luego, el también precandidato presidencial, Sebastián Villarejo, redobló las críticas contra Euclides, y dijo que de seguir con su postulación sería cómplice del continuismo.
Ahora apareció la candidata del Frente Guasu, Esperanza Martínez, y apuntó sus dardos a quien parece tener la preferencia del exobispo Fernando Lugo.
“Él renunció cinco días antes a su cargo en el gabinete de este Gobierno (para anunciar su candidatura), pero ahora él va a ser el contrincante del mismo presidente con el cual fue dos veces ministro”, afirmó la senadora en comunicación con el programa Nuestra Mañana, emitido por Unión TV.
Esperanza puso en duda la voluntad política de Acevedo. “Es muy difícil decir que Euclides será una propuesta de ‘cambio’ cuando renunció hace semanas nada más”.
Según algunas fuentes, el principal problema que hay en el Frente Guasu es que Euclides arrastró a una importante cantidad de dirigentes campesinos, sociales y sindicales que sustentan su candidatura y que solían ser parte de la base de apoyo del conglomerado de partidos de izquierda.
Belarmino Balbuena, histórico dirigente campesino, días atrás afirmó que lo atractivo de la propuesta de Euclides es que el mismo no impone sus ideas, al contrario de lo que sucede en el Frente Guasu, donde incluso imponen candidaturas.
La postulación de Euclides Acevedo genera mucha roncha en los otros sectores, pero desde un comienzo en el exministro de Relaciones Exteriores había manifestado que le parecía antidemocrática la forma de elección en el seno de la Concertación, ya que el candidato a presidente que pierde, “pierde todo”.
