Derian Passaglia prosigue su traducción inédita de la poesía de Rilke.
Aparentemente críptica y oscura, la poesía de Rilke nos devuelve en realidad al ser, a las cosas esenciales de la vida cotidiana, como una fruta, el jugo de una fruta,o los consejos para un amigo. Ahora bien, si se quiere penetrar en el significado profundo de estos poemas hay que pensar en Dios, en esa manifestación de la divinidad que es la poesía de Rilke.
XV
Esperen… Ese sabor… Suave escapa.
Sólo un poco de música, un golpeteo, un tarareo:
chicas calientes, chicas silenciosas,
¡bailen el sabor de la fruta experimental!
Bailen la naranja. Quién puede olvidarla,
cómo, si ahogándose resiste
contra la dulzura. Vos eras suya.
Ella se convirtió dulcemente en vos.
Bailen la naranja. El paisaje más cálido
tiralo a la basura que maduro brilla
en el aire de casa. Resplandeciente, desvelado
¡olores tras olores! ¡Relacionate
con el puro corazón ondulado,
con el jugo que llena a los felices!
XVI
Vos, amigo, no estás solo porque…
con palabras y gestos nosotros
gradualmente hacemos propio el mundo,
quizás su parte más débil y peligrosa.
¿Quién señala con el dedo un olor?
Sentís muchas de las fuerzas
que nos amenazan. Conocés los muertos
y te asusta la magia.
Mirá, ahora es tiempo de aguantar juntos
las partes como si fuera el todo.
La ayuda será difícil. Sobre todo: no me plantes
en tu corazón. Crezco demasiado rápido.
La mano de mi Señor guío y digo:
aquí. Este es el hermano de Jacob en mi piel.
XVII
En el fondo el anciano, confundido,
de todo lo construido,
raíz, manantial que se esconde,
nunca visto.
Casco de tormenta y cuerno de cazador.
Se habla del gris,
hombres en ira fraternal,
a las mujeres les gustan los laúdes.
Empujando rama a rama,
nadie es libre en ninguna parte…
¡Una sí! Subir, subir…
Pero igual se rompen.
Este en la parte superior
se inclina a la lira.