En tiempo récord, con una agenda de actividades que inicia antes del amanecer, recorriendo el país sin descanso, el precandidato oficialista está revirtiendo un difícil escenario para el movimiento Fuerza Republicana. Las claves: cercanía con la dirigencia, visita casa por casa, discurso esperanzador con propuestas claras.
La campaña electoral dentro de los partidos políticos está llegando a su final. Este 18 de diciembre se conocerán a los ganadores de las elecciones internas, y a partir de allí ya tendremos en la recta final a los competidores para abril del año próximo.
En las carpas del movimiento Fuerza Republicana reina el optimismo. Según dicen puertas adentro, los números de las últimas mediciones presentan excelentes resultados para los objetivos que se propusieron desde el momento que asumió la titularidad de la chapa presidencial Arnoldo Wiens.
Los últimos reportes indican que los guarismos de Wiens se empieza a alinear con la intención de voto de los precandidatos a gobernadores del oficialismo, la mayoría de ellos con una clara ventaja frente a los del cartismo.
Fiel a su estilo en la gestión pública, Wiens no descansó un solo día de los últimos tres meses llegando a meter cerca de 20 reuniones por fin de semana en tres departamentos diferentes. Ese fue el ritmo de la campaña oficialista que, según argumentan, fue lo que llevó a revertir la intención de votos que estaba a favor de Santiago Peña.
Desayunos que inician antes de amanecer, caminatas casa por casa y un discurso esperanzador con ideas claras fueron las claves del empujón que recibió la candidatura de Wiens. De acuerdo a lo señalado por candidatos regionales, la figura del exministro de Obras Públicas prácticamente no encuentra rechazo en el seno de la dirigencia y menos aún con la ciudadanía debido a los resultados de su gestión al frente del MOPC.
La percepción de victoria que hay a favor de Wiens, no solo se vive en carpas oficialistas, sino el propio cartismo, a través de sus voceros más verborrágicos, ya deslizó rumores de fraude, lo cual indica que ya no están seguros de la victoria de la cual alardeaban.
En esta recta final, hay quizás algunos indecisos que convencer, pero sin dudas la batalla será voto a voto, mesa por mesa.
