Mario Abdo recibió un análisis del Ministerio de Hacienda acerca del presupuesto aprobado por el Congreso para el 2023. Hay cuestiones que no son compartidas por el Ejecutivo y se estudia un posible veto parcial, informó el ministro Llamosas.
El encuentro entre el mandatario y el equipo de autoridades de Hacienda se desarrolló este miércoles en Palacio de Gobierno, ocasión en la que dialogaron sobre aumentos concedidos por los parlamentario, muy por encima de lo enviado por el Ejecutivo, que se traducen en unos USD 30 millones.
“Dentro de eso hay cuestiones que no compartimos, declaró el ministro al tiempo de enfatizar que abordaron con Abdo Benítez sobre los escenarios y posibles alternativas para la promulgación o veto.
“Hay aumentos salariales que se dieron a ciertos sectores que van a tener un impacto tanto en el 2023 como también para adelante, cualquier decisión que se tome sobre la promulgación o veto va a depender de que posibilidades jurídicas y técnicas de eliminar esos aumentos, eso le mostramos al presidente”, agregó.
Atendiendo a la complejidad de la situación y sobre el impacto que podría generar el PGN remitido desde el parlamento, Hacienda recomendó su veto parcial y para el efecto, siguen analizando aspectos jurídicos que tendrán que ser tenidos en cuenta.
“El presupuesto planteado para el 2023 es muy diferente, por ejemplo se establece que ningún aumento salarial se financie con deuda, así como lo venimos haciendo durante la pandemia hasta este año. En el caso que vetemos, tendremos que destinar seguramente una parte del endeudamiento a financiar salarios, hay otras cuestiones como los ajustes del salario mínimo que se tiene que dar cada año, todo eso quedaría fuera en el caso de un veto total, por eso esa opción está descartado”, explicó.
Balance y perspectivas para el 2023
Por otro lado, el ministro informó que durante la charla hicieron un balance de lo que dejó el 2022, principalmente en materia económica y fiscal, además de avizorar las perspectivas para el año entrante.
Admitió que el 2022 fue complejo, debido a la afectación inicial de la sequía y posteriormente, el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, que se manifestó por el aumento de los precios de los combustibles y alimentos.
“En este segundo semestre estamos viendo que esas presiones inflacionarias van cediendo, conforme a los números del Banco Central se estima cerrar este año con una inflación del 8,6 por ciento”, expresó.
En materia económica, según dijo, también se están viendo indicadores positivos, si bien aún no compensó las caídas que se dieron anteriormente, esperan cerrar el año de manera auspiciosa.
“Esperamos cerrar este año 2022 con un déficit fiscal del 3%, menor al 3,7% registrado el año pasado”, manifestó.
Sostuvo que los ingresos tributarios registran un crecimiento del 13% en el cierre de este 2022. Además, las perspectivas económicas para el 2023 son positivas, pues estamos estimando con optimismo un crecimiento del 4,5 por ciento.
