Hay una regularidad que se mantiene en todo el periodo democrático. Por un lado, ante los desafíos electorales, la ANR se encolumna detrás de un candidato surgido en elecciones internas, mientras que la oposición tiende a presentarse dividida.
Por: Héctor Gayoso
Esta ocasión no será diferente. La ANR cerró filas alrededor de la figura de Santiago Peña, con todos los cuestionamientos previos incluidos. Com es habitual, sus principales dirigentes demuestran que la vocación de poder es superior a las diferencias.
Tener una cultura de internas, competir electoralmente y reconocer al ganador es el fundamento de la hegemonía colorada. El denominado “abrazo republicano” es el rito que simboliza y resume estas prácticas democráticas.
El bienpensantismo criollo confiesa su desprecio a los mecanismos democráticos de legitimación cuando cada cinco años repite el mismo lamento. Se rasgan las vestiduras al ver que los que ayer se cruzaban con fuertes acusaciones hoy comparten reuniones políticas, y piden votos para el mismo candidato.
¿Cuál sería la alternativa al “abrazo republicano” que proponen los más influyentes formadores de opinión? ¿Reemplazar la participación popular por dudosas encuestas? ¿Urnas delivery? ¿Un espectáculo televisivo donde los candidatos de la ANR sea elegidos por un jurado, al estilo de los reality show?.
Curiosamente las críticas a las internas son solo para un sector, para las internas coloradas. En la vereda de enfrente, en la Concertación, no se lanzaron rosas durante sus internas. Fuertes diferencias entre sectores que se dijeron de todo están hoy apoyando la figura de Alegre. ¿Cuál es el motivo? El mismo que esgrimen los colorados: triunfó en las urnas.
El “abrazo concertado” incluye a sectores del llanismo, con los que Efraín sostiene una pelea encarnizada; a Patria Querida, un partido que había dicho el presidenciable del PLRA “apoya las invasiones de tierras”; a Kattya González que critica abiertamente las principales propuestas de Efraín com son la eliminación de la merienda escolar y la rebaja de tarifas de la ANDE.
Estos desacuerdos fueron advertidos por aquellos dirigentes opositores que abandonaron la Concertación, como fue el caso de Sixto Pereira, quien había señalado que era difícil hacer campaña con Patria Querida, o con Soledad Núñez, que incluso fue parte del Gabinete de Cartes, ya que cada sector ve la política de una forma diferente.
Las críticas al “abrazo republicano” son el síntoma del escaso espíritu democrático y del sectarismo que sigue primando en la oposición. Sus principales dirigentes siguen teniendo una actitud testimonial, moral antes que política, carecen de una verdadera voluntad de conducción del país.
“En política nadie es tan amigo que no puede ser tu enemigo, ni tan enemigo que no puede ser tu amigo”, es una frase que muchos atribuyen al expresidente brasileño Getulio Vargas y otros a Juan Domingo Perón, y que sostiene una verdad insoslayable en la búsqueda del poder. Finalmente estas líneas no son para elevar críticas hacía “incoherencia política”, sino para dejar evidencia del doble rasero a la hora de juzgar la hipocresía política.
