Paranalander se desplaza hoy hasta un weekend musical y de allí es ricochoteado frente a la efigie horrisona de la Semana Santa.
José Hierro resumió su vida en un soneto casi totalmente ensamblado con la danza dualística de dos palabras: todo y nada.
No me atrevo a tal magia, arte de birlibirloque, prestidigitación mental. Hawking gustaba de reducir cosmos a microfísica. Mallarmé el mundo a Libro.
Quizá podría intentar proezas más modestas: resumir apenas mi weekend con una columna.
Incipit Ñamandu!
Atacado de Domingo de Ramos en pleno saturday at night frente a la Iglesia de San Lorenzo.
Fuimos para ser iluminados por el arpista capiateño Gabriel Sasanuma, que hizo un genial cruce de Pérez Cardozo y Kitaro, acompañado de una clarinetista y un batería. Me pregunto qué surgiría de una reunión con Alan Courtis. Para mí, Sasanuma es uno de los músicos más creativos del país. Pone en práctica la idea de Amiri Baraka de que lo nuevo sustancialmente sale de lo viejo. Como Coltrane del blues, él emprende vuelos jazzísticos a partir del folklore, o perezcardociza el jazz.
El lunes santo no hubo ninguna música memorable. El luneró es por definición, o ipsissima verba, un lunes sin blues.
Me trae un retintín amargo del pasado. La del colegio parroquial lambareño dirigido por curas polacos que, como si fuéramos Alexander de Large nativos, intentaba volvernos buenos. Su meta delirante fue pavlovizarnos a base de dosis insoportables de Marcelino, pan y vino. Supongo que por tal episodio originario desconfío desde siempre del cine. Me dicen ¡vamos al cine!, y saco ipso facto la pistola inmovilizadora.
Martes santo, dia en que tres veces Pedro niega a Jesús y de la tradición de Judas.
De adolescente soñaba montar un festival no de rock o de punk o metal sino del ruido, con el solo fin de para apagar el perverso silencio santo católico.
Miércoles santo. Depresión extrema ante la abstinencia inminente de comer carnes.
Idea descolonizadora final a raíz de la Semana Santa, volver a la recuperación sistemática de todo aquello mutilado por el poder católico opresor español: antropofagia ritual, poligamia, entierros en ollas para chicha, poesía ceremonial en grandes fiestas, vida coloreada de uruku hasta el regreso del tigre azul, etc.