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viernes, septiembre 20, 2024

Jururu

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Paranaländer ha quedado jururu, abrumado, agitado, leyendo la correspondencia de la escritora Clarice Lispector editada en el 2002.

“Su carta me dejó tan “jururu”. Fui como un alfilerazo en un balón de goma. Fui marchitandome, marchitandome”.

jururu.

1. quien perdió la alegría; triste, melancólico.
2. disminuído en el poder, en la fuerza o el ánimo; postrado, macambúzio, cururu.

Carta de MAURY GURGEL VALENTE del 12/1/42 a  Clarice Gurgel Valente.

MAURY GURGEL VALENTE: Conoció a Clarice en la Facultad Nacional de Derecho, en 1941. La correspondencia intercambiada entre los dos revela que ellos comenzaron a enamorarse en esta época. Después de que se casaron, en 23 de enero de 1943, se mudaron a Belém do Pará, pues el entonces vice-cónsul Maury fue enviado para servir como elemento de enlace entre las autoridades extranjeras en tránsito o allí residentes.

Em 1944, o casal partiu para a Europa, onde residiram em Nápoles (1944-46), Berna (1946-49) e Torquay (setembro de 1950 a março de 1951).Depois de tornarem a viver no Rio durante um curto período, entre 1949 e 1951, mudaram-se para Washington no ano seguinte, de onde Clarice retornou definitivamente a Rio en 1959, separada de Maury y con los dos hijos, Pedro y Paulo.

Otras cosas rescatables de esta correspondencia de Clarice: que Clarice era ghost-writer de la columna “Nossa Conversa” (Diário da Noite), firmada por la actriz Ilka Soares.

Que la hija de su psicoanalista Jacob David Azulay, de 8 años, le escribía cartas.

Que CARLOS DRUMMOND DE ANDRADE fue uno de los poetas más admirados por Clarice, desde  su juventud. Amaban conversar por teléfono.

Manuel Bandeira le escribe: por las llagas de Cristo le pido que se olvide de los malditos

¡cuarenta años que nos separan!

Nos cuenta su manera de escribir valiéndose de una imagen callejera:

“Lo que hice me recuerda a esa máquina que encuentras en las calles de Río, que se usa para hacer algodón a partir de azúcar. Lo miras al principio y solo ves una rueda girando, luego una débil nube de azúcar toma forma alrededor de la rueda y termina siendo algodón. La imagen me sirve para decir esto: primero la rueda, es decir, la obra de construcción: el material – que es la inspiración, insuflada por el Espíritu Santo, el humano, etc. – viene después: es menos importante y sólo existe para que el otro no corra en el vacío (placer individual, pero sin justificación social, esencial en un arte hasta que se trata de algo esencialmente social, como la palabra)”.

Habla de cine:

“Hemos ido al cine. Revisé La Pasajera Extraña”.

Le escribe a su hermana  TANIA KAUFMANN.

“Torquay, 23 outubro 1950,

Quedé feliz porque has visto por fin Ladrón de bicicleta. ¿No es acaso uno de los mayores filmes que ya se hicieron? Tal vez o mejor. Imagine que entramos en el cine para verla sin ninguna referencia anterior, apenas porque el director era bueno. Imagine el shock y la sorpresa. Julien Green para mí es de los mayores y fue mi pasión por mucho tiempo (sólo dejó de serlo porque también las paixões literarias se van apagando, sin saberse por qué). Mas aún lo venero, a pesar de que sus últimos libros han decaído mucho”.

fuente: CORRESPONDÊNCIAS, Clarice Lispector, Organização de TERESA MONTERO, editora rocco, 2002

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