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jueves, noviembre 14, 2024

Verdugos de la sociedad

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En Estados Unidos, particularmente, se incorporó este componente racial antes que psicológico, colectivo antes que individual, violento y trágico antes que complaciente. Por: Derian Passaglia

Hay todo un género de películas sobre chicos y chicas negros en América que se popularizó a principios de los años noventa, como por ejemplo, la más conocida, Boyz N The Hood, traducida en Latinoamérica como Los dueños de la calle, y que se puede ver en Netflix. Son películas convencionalmente realistas, que pretenden mostrar el barrio, los famosos ghettos yanquis, donde viven los narcotraficantes y delincuentes. Generalmente, también, presentan una crítica a la sociedad, que es quien mira para otro lado y expulsa a esta parte de la sociedad a los bajos fondos y al crimen, a través de los prejuicios y un sistema estructural que no ofrece oportunidades para los desfavorecidos.

Este género de películas proviene de más atrás, quizá de aquellas películas vanguardistas de los años sesenta del cine francés, como 400 golpes, o Crónica de un niño solo, de Leonardo Favio, películas que tematizan la infancia y la adolescencia de los chicos pobres, y muestran la vida en las calles. Pero más atrás todavía, cuando el cine ni siquiera existía, podemos ubicar este tipo de relatos en Dickens, en el siglo XIX, en la novela de aventuras, en el folletín, en la picaresca y en Oliver Twist. Son relatos de iniciación, donde un protagonista crece a fuerza de vivir, de adquirir experiencia sobre el mundo, lo que hará que crezca, se transforme y madure.

En Estados Unidos, particularmente, se incorporó este componente racial antes que psicológico, colectivo antes que individual, violento y trágico antes que complaciente. Menace II Society es otro clásico del género, posterior a Boyz N the Hood, que profundiza la miseria, el abandono filial, la violencia e introduce un elemento religioso, ausente en otras películas del género. Caine, el protagonista, casi que no tiene ninguna posibilidad de salir “bueno”, en el sentido moral, porque su contexto no lo ayuda: su padre era narco y su madre drogadicta, y de hecho cuando él era niño su padre mató a una persona delante suyo. ¿Qué le puede esperar a Caine en la vida? ¿Cómo progresar, cómo cambiar, cómo modificar la propia existencia si el medio no ayuda?

Menace II Society fue traducida en Latinoamérica como Verdugos de la sociedad. Pero alguien podría preguntarse, ¿quiénes son los verdugos? ¿Quiénes la amenaza? Desde Dickens, el género muestra a los desfavorecidos, los pobres, los humildes, los sátrapas y delincuentes, los huérfanos, los drogadictos, y desde los años noventa en Estados Unidos se suma la comunidad afroamericana y su intento de progresar y vivir en el emporio de la blancura racial. Caine se va a vivir con sus abuelos, pero terminan echándolo cuando descubren que sigue juntándose con los pandilleros del barrio, drogadictos y asesinos todos. ¿Dónde está el futuro de Caine si ni siquiera tiene un presente? En su versión no edulcorada, los relatos de iniciación promueven, si no el cambio de conciencia, al menos la reflexión sobre el medio social, una utopía de aquellos viejos escritores decimonónicos que soñaban con pintar el mundo burgués

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