En una señal de unidad casi total, la ANR obtuvo la presidencia de ambas Cámaras del Congreso. Silvio Ovelar en el Senado y Raúl Latorre en Diputados. Varios opositores se sumaron a los candidatos de la unidad colorada.
En una jornada de relevancia política, este viernes se llevó a cabo el juramento de los nuevos legisladores que integrarán la Cámara de Diputados y la Cámara de Senadores para el período 2023-2028.
Como era de esperarse, debido a su aplastante victoria en las últimas elecciones, el Partido Colorado se aseguró la Presidencia de ambos cuerpos colegiados, gracias a su mayoría propia en ambas cámaras.
A pesar de algunos desencuentros, prevaleció la unidad dentro de la Asociación Nacional Republicana (ANR), y los bloques colorados, compuestos por legisladores electos por Fuerza Republicana y Honor Colorado, hicieron valer el acuerdo político al que habían llegado previamente. Este pacto permitió que Beto Ovelar asumiera la Presidencia en el Senado, mientras que en la Cámara de Diputados, Raúl Latorre fue elegido para dicho cargo.
En la votación para la presidencia de la Cámara de Diputados, Latorre obtuvo un respaldo de 58 votos, en comparación con los escasos 20 votos obtenidos por Carlos Pereira, quien fue propuesto por la oposición.
En el Senado, la situación fue similar, ya que la ANR y varios miembros de la oposición lograron posicionar a Silvio Ovelar como titular de la Cámara Alta. El resultado de la votación nominal fue de 30 votos a favor del senador Silvio Ovelar, quien fue electo como presidente del Senado, mientras que el legislador Eduardo Nakayama obtuvo 11 votos. Hubo también dos abstenciones, sumando un total de 43 senadores presentes en la Plenaria.
El Partido Colorado demostró su fuerza política en el inicio del periodo legislativo, logrando una unidad casi unánime entre sus diputados y senadores. Esto garantiza, al menos de acuerdo con el pacto al que llegaron, que el Partido Colorado ocupará la titularidad de ambas cámaras durante los próximos 5 años. Esta consolidación de liderazgo coloca al Partido Colorado en una posición ventajosa para impulsar y llevar adelante su agenda legislativa.