El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, sostuvo que la declaración final de la cumbre entre la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) que culminó ayer en Bruselas fue “muy razonable”.
El encuentro de dos días dejó acuerdos por materias primas y energía renovable y un debate sobre la situación en Venezuela, entre otras cuestiones, y finalizó con una declaración conjunta de 10 páginas que apenas hace mención a la guerra en Ucrania y, para frustración de los países europeos, no menciona a Rusia.
Este aspecto generó cierta discusión en el encuentro y finalmente llevó a que Nicaragua, representada en la capital belga por su canciller Denis Moncada, no firmara el texto.
En la visión de Lula, la reunión fue “extraordinaria”, y en ella “se discutieron los temas que era necesario discutir y se llegó a un documento que es muy razonable, del interés de todos”, informó la agencia de noticias AFP.
Ese texto final incluye 41 puntos, entre ellos dos que tocan la cuestión sobre la soberanía de Malvinas, incluida por primera vez en un encuentro de este tipo, un pedido para poner fin al embargo contra Cuba, así como un apoyo a “un diálogo constructivo” en Venezuela.
En conferencia de prensa en Bruselas al término de su visita a Bélgica, el mandatario insistió en que estaba en discusión “la visión de 60 países (27 de la UE y 33 de la Celac), y uno debe asumir que no todos estarán de acuerdo con nosotros (…) Creo que la discusión sobre Ucrania tomó el tiempo correcto, y no hubo nada que no supiéramos”.
En ese sentido, se refirió al presidente chileno, Gabriel Boric, por sus críticas a la demora para aprobar la resolución final ante la reticencia de algunos países de condenar a Rusia por la invasión a Ucrania.
El líder brasileño atribuyó la “prisa” del chileno, de 37 años, a su juventud e inexperiencia, informó la agencia de noticias Europa Press.
“Posiblemente, la falta de costumbre de participar de estas reuniones hace que un joven sea más sediento, más apresurado. Yo ya tuve la prisa de Boric”, agregó, al recordar que durante su primer año de mandato lo invitaron a la cumbre del G7 y él también quería que todo se decidiera allí y en ese momento porque consideraba que era importante para su país.
Por otro lado, el mandatario brasileño, que actualmente ejerce la presidencia protempore del Mercosur, se refirió al futuro acuerdo con el bloque europeo y precisó que “en dos o tres semanas” responderán la carta de Bruselas sobre el capítulo ambiental.
El jefe de Estado también volvió a criticar ese documento de la UE, al calificarlo de “carta agresiva” y subrayó que una negociación no puede contener “amenazas”.
“Europa había hecho una carta agresiva. Amenazado con castigo si no cumplíamos con los requisitos ambientales. Los socios no discuten amenazas, discuten propuestas”, dijo Lula antes de partir hacia Cabo Verde, en el oeste de África, donde tiene previsto reunirse con el presidente José María Neves.
Por ello, cuando la titular de la Comisión Europea (brazo ejecutivo de la UE), Ursula von der Leyen, visitó Brasil, Lula le dijo que “socios estratégicos no discuten con amenazas, sino con propuestas”.
La UE y el Mercosur anunciaron en 2019, luego de dos décadas de negociaciones, un principio de acuerdo, pero rápidamente el proceso quedó empantanado porque los europeos exigieron un capítulo adicional sobre cuestiones ambientales.
“No aceptamos la carta adicional de la UE. Es imposible imaginar que entre asociados históricos como nosotros alguien haga una carta con amenazas. Preparamos nuestra respuesta, y creemos que la UE estará de acuerdo con ella”, dijo.
Para Lula, es como si la carta que presentó la UE fue elaborada “por alguien pensando que si hacía presión nosotros cederíamos”.
Fuente: Télam.