El exsenador Adolfo Ferreiro afirmó que para que la oposición sea una alternativa al Partido Colorado se necesitarán 20 años, porque culturalmente la sociedad se coloradizó.
En diálogo con Carlos Martini por la 680 AM, el exsenador Adolfo Ferreiro, hizo un análisis sobre la situación de la oposición tras las elecciones generales del 30 de abril, donde obtuvo una derrota catastrófica, como nunca antes durante la transición.
Expresó que debe analizarse desde un contexto mucho más amplio como un final de ciclo, de proceso cultural, económico, y social, no solo de nuestro país, sino también de la región, y el mundo.
Comparó este final de ciclo a lo acontecido entre 1954 y 1959, cuando Fidel Castro y Alfredo Stroessner llegaron al poder en Cuba y Paraguay respectivamente; que fue cuando se empezó a modelar el mundo de la guerra fría, donde la característica de la Asociación Nacional Republicana pasó de ser un partido tradicional a uno hegemónico de la guerra fría.
Sostuvo que actualmente estamos en una situación similar, donde el Partido Colorado ha finalizado un ciclo de hegemonía interna tradicional a una hegemónica muy distinta a la anterior. Y este hecho se replica en la oposición, por lo que consideró que la reconstrucción de una alternativa a la ANR llevará entre 10 a 20 años.
“Finalizó un ciclo del Partido Colorado, con una hegemonía interna tradicional y se reemplaza con una nueva hegemonía que se está construyendo que es absolutamente diferente a la anterior, y lo mismo pasa con la oposición, o sea con lo que no es colorado, que de alguna manera entró en crisis, pero no tiene sustitución interna”, recalcó.
Al ser consultado sobre lo que sucederá con la oposición ante este nuevo escenario, respondió que le llevará bastante tiempo recuperarse, porque la sociedad culturalmente se ha coloradizado.
“Entre 10 a 20 años para reconstituirse la alternativa general a la hegemonía cultural, ideológica, económica, política y moral del coloradismo, que es algo más que el partido colorado, esto es una cultura. Lo que se ve a nivel político es la punta del iceberg, pero la sociedad se ha coloradizado desde el punto de vista de sus valores, y de su cultura, que es lo más importante, y los objetivos de la sociedad. Yo no hablo de la oposición sino de alternativa de hegemonía colorada”, reflexionó.
Manifestó que para que pueda darse ese proceso de cambio es fundamental entender que las generaciones de la actualidad son muy distintas a las que lideraron el golpe de 1989 cuando se derrocó al régimen dictatorial de Stroessner.
“El tipo más joven que tuvo protagonismo central de liderazgo, intelecto en la época de la transición ya tiene más de 70 años y la gente nueva es totalmente diferente, tanto los colorados como los opositores o los jóvenes que están en la calle, y si nosotros no percibimos ese cambio va a ser difícil dar respuestas en distintos terrenos, en el aspecto moral, por ejemplo”, enfatizó.