El presidente Santiago Peña, junto con el vicepresidente de la República, Pedro Alliana y ministros del Poder Ejecutivo, participaron de la misa central en honor a la Virgen de Caacupé, que se realizó este viernes.
Peña llegó a la sede de la Basílica de la Virgen de los Milagros de Caacupé minutos antes del inicio de la misa central previsto para las 06:00 horas junto con la primera dama, Leticia Ocampos, el vicepresidente Alliana y su esposa, Fabiana María Souto.
Posteriormente todas las autoridades se dirigieron al sitio donde iban a participar del acto religioso, donde ya los aguardaban otros gobernantes como ministros, senadores, diputados y el fiscal general del Estado, Emiliano Rolón Fernández.
Durante su homilía, el obispo de Caacupé, monseñor Ricardo Valenzuela, abogó por gobernantes que promuevan la dignidad del ser humano, la libertad, la justicia, la paz y el bien común.
Asimismo condenó la violencia contra las mujeres y expresó su preocupación por el número de mujeres golpeadas, ofendidas y violadas.
Mencionó que las distintas formas de malos tratos que sufren muchas mujeres se constituyen en un acto de cobardía y una degradación para toda la humanidad.
Igualmente, el líder religioso resaltó la importancia de orar por los gobernantes y por la paz. “Cuando predominan los justos la gente se alegra; cuando los malvados gobiernan la gente sufre, debemos escuchar eso con atención”, indicó.
En otro momento también habló de la familia y en ese contexto, señaló que Dios quiere cambiar a la familia, para que sea la clase de familia que él anhela y para ello ha dejado un modelo a seguir.
“Familia que ora unida, permanece unida, este principio espiritual lo vemos en muchas familias, la oración al interior del seno familiar es un factor de cambio muy importante que ayudan a superar los momentos difíciles (…) también debemos orar por los enfermos, la Basílica recibe a diario cientos de pedidos por parte de ellos”, subrayó finalmente.
