En una entrevista reveladora con ‘Le Figaro’, Emmanuel Todd, el perspicaz antropólogo e historiador francés, despliega un análisis crítico sobre el declive del mundo occidental.
Con argumentos que entrelazan la economía, la cultura y la geopolítica, Todd provoca y desafía, pintando un panorama del Occidente en un momento de transformación crucial. Desde la crisis industrial en Estados Unidos hasta el ascenso de un nuevo poder ruso, Todd ofrece un diagnóstico que no solo es una advertencia, sino también una llamada a la reflexión profunda.
Emmanuel Todd despliega un tapiz de ideas y análisis que dibujan un retrato inquietante pero penetrante del mundo occidental. Conocido por su aguda previsión del colapso soviético en «La Chute finale» (La Caída final), Todd ahora vuelve su mirada crítica hacia Occidente, ofreciendo reflexiones que son tanto una advertencia como una invitación a la introspección.
El despertar de una realidad dura
Al principio de la conversación, Todd establece el tono al descartar la ilusión de una posible victoria ucraniana respaldada por Occidente. Su diagnóstico es claro y directo: Occidente se ha extraviado en un laberinto de autoengaño y negación. La guerra en Ucrania, lejos de ser un mero conflicto regional, se ha convertido en un espejo revelador de la decadencia occidental.
Los pilares quebrados del poder occidental
La deficiencia industrial de los Estados Unidos se presenta como el primer pilar quebrado. Todd desmitifica el PIB estadounidense, señalando cómo oculta un declive industrial profundo. No es solo una cuestión de números; es una crisis de educación, de ingeniería y, fundamentalmente, de visión. Desde 1965, argumenta, Estados Unidos ha estado en una trayectoria descendente, marcada por una disminución en la calidad y accesibilidad de su educación.
Pero la crisis va más allá de lo económico y lo educativo. Todd observa con preocupación la desaparición del protestantismo americano, argumentando que ha sido un motor crucial para el ascenso del Occidente. Inspirado por la obra de Max Weber, «La Ética Protestante y el Espíritu del Capitalismo», Todd ve la caída del protestantismo no solo como una pérdida religiosa, sino como la desintegración de un ethos que una vez alimentó el progreso occidental. La ética del trabajo, la moralidad individual y colectiva, la alfabetización universal: todas estas fuerzas, según Todd, están desvaneciéndose.
La inclinación del mundo hacia Rusia
El tercer pilar es quizás el más polémico: la preferencia global creciente por Rusia sobre Occidente. Todd sugiere que un nuevo «soft power» conservador ruso está ganando influencia, alimentado en parte por la percepción de que la modernidad cultural occidental es, en muchos aspectos, desquiciada. La guerra en Ucrania ha revelado no solo la resistencia rusa, sino también una falta de entendimiento occidental de la estrategia y lógica rusas.
La guerra en Ucrania: un Espejo de la realidad occidental
La guerra en Ucrania, según Todd, no es solo un conflicto regional, sino un reflejo de la posición debilitada de Occidente. La incapacidad de Estados Unidos y otros países de la OTAN para proporcionar un apoyo decisivo a Ucrania ha revelado limitaciones no solo militares sino también ideológicas. La guerra ha demostrado que el poderío occidental, una vez indiscutible, ahora enfrenta desafíos reales y simbólicos de actores como Rusia.
Mortalidad infantil: un Indicador del declive
Todd también destaca la mortalidad infantil como un indicador clave del declive occidental. Mientras países como Japón y los escandinavos lideran en este aspecto, y Rusia incluso supera a muchos países occidentales, los Estados Unidos están rezagados. Este indicador, para Todd, es una señal alarmante de un Occidente que pierde no solo su posición económica, sino también su vitalidad social y moral.
El futuro del Occidente: entre la esperanza y la advertencia
La entrevista concluye con una mezcla de advertencia y esperanza. Todd no se deleita en el declive occidental; más bien, parece impulsado por un deseo de entender y tal vez revertirlo. Sin embargo, es claro en su creencia de que, a menos que Occidente enfrente sus desafíos con honestidad y coraje, su declive no solo continuará, sino que se acelerará.
En esta conversación con «Le Figaro», Emmanuel Todd ofrece una visión del mundo occidental no como un observador distante, sino como un intelectual profundamente comprometido con su futuro. Sus reflexiones son un recordatorio de que la historia no es lineal ni está predestinada. El destino del Occidente, sugiere Todd, todavía está en nuestras manos, pero el tiempo para actuar se está agotando rápidamente.