En un movimiento estratégico para contrarrestar la disminución de la tasa de natalidad, el presidente francés Emmanuel Macron ha anunciado un ambicioso «gran plan» para impulsar la natalidad en el país. Esta iniciativa se produce en respuesta al registro del número más bajo de nacimientos desde 1946, con solo 678.000 bebés nacidos el año pasado y una tasa de fecundidad de 1,68 niños por mujer.
Durante una conferencia de prensa reciente, Macron delineó su visión para una «Francia más fuerte y más justa», centrando su atención en el tema demográfico. «Francia también será más fuerte si aumenta su tasa de natalidad. Hasta hace poco, éramos un país en que esta era su fuerza (…) cuando nos comparábamos con nuestros vecinos», afirmó Macron, resaltando la importancia de recuperar este aspecto demográfico que históricamente ha sido un pilar del país.
Entre las medidas propuestas, el presidente francés destacó la implementación de un nuevo permiso de paternidad y maternidad de seis meses para ambos progenitores. Esta política reemplazaría el actual permiso, que Macron describe como «extremadamente corto y mal pagado». Este cambio significativo en la política de permisos busca ofrecer un mayor apoyo a las familias durante los primeros meses críticos de crianza.
Además, Macron abordó la creciente preocupación por la infertilidad, que afecta a aproximadamente 3.3 millones de franceses. En este sentido, anunció «un gran plan de lucha contra esta lacra» con el objetivo de facilitar el «rearme demográfico» de la nación.
El presidente también hizo hincapié en un «rearme cívico» y de «orden», explorando la posibilidad de implementar uniformes escolares en 2024 y su generalización en 2026. Además, abogó por regular el uso de «pantallas» (celulares, dispositivos móviles, etc.) tanto en el hogar como en las aulas, aunque no detalló cómo se llevaría a cabo.
Otras medidas mencionadas incluyen la intensificación de la lucha contra las drogas, operaciones contra el islam radical y la regularización de médicos extranjeros. Estas acciones forman parte de un enfoque más amplio para fortalecer la sociedad francesa en varios frentes.
La iniciativa de Macron no solo aborda una preocupación demográfica clave para Francia, sino que también refleja un enfoque progresivo en la política social y familiar, marcando un paso adelante en el esfuerzo por rejuvenecer la población y fortalecer la estructura social del país.
